Colmenar Viejo acoge, un año más, un grupo de niños saharauis para que pasen el verano con familias de acogida del municipio. En total, son 13, de entre 7 y 12 años, y estarán hasta el 22 de agosto.
“Un año más, nos alegra mucho dar la bienvenida a estos niños que durante dos meses compartirán su vida con nosotros gracias a la generosidad de las familias colmenareñas que les acogen, les cuidan y les tratan como a sus propios hijos”, ha destacado el Alcalde colmenareño.
Este año son 13 los niños provenientes de los campamentos de refugiados de Tinduf que, como desde hace más de una década, convivirán con familias de acogida, dentro del proyecto ‘Vacaciones en Paz’; y que permanecerán hasta el 22 de agosto.
Campamentos de verano
A lo largo del verano, los menores compartirán con niños de la localidad los campamentos municipales (urbanos, de montaña y multiaventura), visitarán el Parque de Atracciones de Madrid , harán excursiones y viajarán a la playa.
19 años de acogida
El proyecto “Vacaciones en paz” comenzó a desarrollarse en 1996, cuando la entonces Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui realizó las primeras gestiones para facilitar la estancia de un grupo de niños saharauis en el municipio.
La población saharaui vive en campamentos de refugiados, en la zona más árida del desierto argelino y subsiste gracias a la ayuda internacional. Las condiciones de vida en los campamentos son duras a lo largo del año, pero se extreman en lo meses de verano, cuando la temperatura alcanza con facilidad los 50º centígrados.
Los niños que llegan a Colmenar Viejo tienen, al menos, una oportunidad anual para que se les realice una revisión médica general, que incluye visitas al oftalmólogo y al dentista así como a cualesquiera otros facultativos que necesitaran.
Pero, además, los dos meses que pasan en el municipio representan para los menores una época en la que reciben una alimentación variada, recuperan peso e incluso aprovechan para dar un estirón, lo que les permite pasar el resto del año en mejores condiciones físicas.
Según la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Colmenar Viejo, estos niños proceden de familias estructuradas y forman parte de un fuerte tejido familiar, lo que hace que cuando termina su estancia en España, pese a las duras condiciones de vida que les espera, están deseando volver con los suyos.