El Monte Abantos será reforestado con 4.000 nuevas plantaciones, que sufrió en 1999 un incendio. Ahora se han plantado especies frondosas como arce de Montpellier, serbal de cazadores, fresnos o manzanos silvestres. Varias especies de fauna han recuperado el monte como hogar, y buitres negros y leonados como zona de campeo.
La Comunidad de Madrid ha llevado a cabo un enriquecimiento de la reforestación del Monte Abantos con la plantación de 4.000 nuevos árboles y arbustos en el entorno de los arroyos de la Cruz y del Barrancón. Entre las especies utilizadas se encuentran varias frondosas como arce de Montpellier, serbal de cazadores, fresno, manzano silvestre u olmo blanco, así como pino resinero y silvestre mezclado con rebollos para las zonas más bajas.
Se espera que con el paso del tiempo estas especies ofrezcan diferentes floraciones, coloraciones y tonalidades que indiquen el cambio estacional, al tiempo que sus frutos sirvan de alimento a los animales del entorno, en especial a la avifauna, que de esta manera contribuirá a la colonización de estas especies vegetales mediante la dispersión de sus semillas.
También se ha llevado a cabo un desbroce de parcelas de vegetación arbustiva, sobre todo de especies como la genista blanca. Además, se ha procedido a la creación de rampas de escapes de anfibios y otros animales en los abrevaderos, fuentes y pilones que no disponían de ellas, así como la plantación de olmos blancos en sus inmediaciones, con el fin de recuperar el área perdida por esta interesante especie, con especial querencia al área de influencia de fuentes y arroyos.
Normalidad
La vegetación regenerada naturalmente y las plantaciones realizadas a lo largo de los años se desarrollan con normalidad, y muchas especies de fauna (ciervo, corzo, jabalí, conejo y perdiz) han vuelto a hacer de este monte su hogar. Además, buitres negros y leonados lo utilizan de nuevo como zona de campeo.
En el Monte Abantos, que se vio afectado en 1999 por un incendio que afectó a 450 hectáreas, el Gobierno regional ha realizado un enorme esfuerzo restaurador que ha incluido labores de amojonamiento, acondicionamiento de pistas, tratamientos selvícolas y de prevención contra incendios, acondicionamiento de áreas recreativas, adecuación de abrevaderos y fuentes y una reforestación con más de 400.000 árboles, en un 80% pinos, y el resto de especies frondosas.
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