60.000 médicos y científicos de todo el mundo piden el fin de la vacunación masiva

Como epidemiólogos de enfermedades infecciosas y científicos de salud pública, nos preocupan mucho los impactos dañinos en la salud física y mental de las políticas vigentes de COVID-19, y recomendamos un enfoque que llamamos Protección Enfocada

La comunidad científica de numerosos países se pronuncia en contra de la política sanitaria de la mayoría de gobiernos occidentales. Estos científicos han hecho pública su disconformidad en la plataforma «La declaración Great Barrington» contra las inyecciones masivas de ARNm. En la misma se han recogido 870.000 firmas, y están representados cerca de 60.000 médicos y científicos de todo el mundo.

La vacunación masiva con una vacuna de ARN mensajero, todavía en fase experimental preocupa mucho a un aparte importante de la comunidad científica. El 4 de octubre de 2020, tres científicos de alto nivel, el Prof. Martin Kulldorff , profesor de medicina en la Universidad de Harvard, bioestadístico y epidemiólogo, especializado en la detección y seguimiento de brotes de enfermedades infecciosas y en la evaluación de la seguridad de las vacunas. La Dra. Sunetra Gupta , profesora de la Universidad de Oxford, epidemióloga especializada en inmunología, desarrollo de vacunas y modelado matemático de enfermedades infecciosas. Y el Dr. Jay Bhattacharya, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, médico, epidemiólogo, economista de la salud y experto en políticas de salud pública que se especializa en enfermedades infecciosas y poblaciones vulnerables, recomendó un enfoque alternativo al Covid-19 en lo que se llamó la Gran Declaración de Barrington. Porque están muy preocupados por los efectos secundarios de la vacunación masiva en las poblaciones.

Una protección enfocada en contra de encierros y medidas drásticas…


¿Qué defienden? Una protección «enfocada». Es decir, proteger en la medida de lo posible a los ancianos, enfermos, frágiles y dejar que los demás vivan con normalidad hasta que la sociedad alcance la inmunidad colectiva. Sin embargo, la vacunación masiva mediante ARNm hace que esta inmunidad colectiva sea imposible.

Afortunadamente, nuestra comprensión del virus está aumentando. Sabemos que la vulnerabilidad a la muerte por COVID-19 es más de mil veces mayor en los ancianos y enfermos que en los jóvenes. De hecho, para los niños, COVID-19 es menos peligroso que muchos otros daños, incluida la gripe.

A medida que aumenta la inmunidad en la población, disminuye el riesgo de infección para todos, incluidos los vulnerables. Sabemos que todas las poblaciones alcanzarán eventualmente la inmunidad colectiva, es decir, el punto en el que la tasa de nuevas infecciones es estable, y que esto puede ser asistido por (pero no depende de) una vacuna. Por lo tanto, nuestro objetivo debería ser minimizar la mortalidad y el daño social hasta que alcancemos la inmunidad colectiva.

Extracto de «La Gran Declaración de Barrington»

Provenientes tanto de izquierda como de derecha, y de distintas partes del mundo, hemos dedicado nuestra profesión a proteger a los demás. Las actuales políticas de confinamiento (lockdown) están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo. Los efectos (para mencionar solo algunos) incluyen tasas de vacunación más bajas, empeoramiento en los resultados de enfermedades cardiovasculares, menores detecciones de cáncer y deterioro de la salud mental—lo que conducirá a un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, siendo la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad aquellos sobre los que recaerá el peso más grande de estas medidas. Dejar a los niños sin escuelas es una grave injusticia.

Mantener estas medidas en pie hasta que haya una vacuna disponible causará un daño irreparable en los menos privilegiados, quienes terminarán siendo afectados de manera desproporcionada.

Afortunadamente, nuestro conocimiento sobre el virus está creciendo. Sabemos que la vulnerabilidad a la muerte por COVID-19 es más de mil veces mayor en los ancianos y débiles que en los jóvenes. En efecto, para los niños, la COVID-19 es menos perjudicial que muchos otros peligros, incluyendo la influenza.

A medida que se desarrolla inmunidad, el riesgo que todos tienen de infectarse —incluyendo los vulnerables— desciende. Sabemos que, eventualmente, todas las poblaciones alcanzarán la inmunidad de rebaño –es decir, el punto en el que la tasa de infecciones nuevas se mantiene estable— y que esto puede beneficiarse de (pero no depende de) una vacuna.

La manera más humana de abordarlo, midiendo los riesgos y los beneficios de alcanzar la inmunidad de rebaño, es la de permitirle a aquellos que están bajo un mínimo riesgo de muerte, vivir sus vidas con normalidad para alcanzar la inmunidad al virus a través de la infección natural, mientras se protege mejor a aquellos que se encuentran en mayor riesgo. Esto lo llamamos Protección Enfocada.

Echa un vistazo al curriculum de algunos firmantes…

Puedes leer la declaración completa pinchando aquí (usa el traductor de Google)

¿Qué es la protección enfocada?

Angel Sánchez Carbonell
Angel Sánchez Carbonell
Ángel Sánchez Carbonell - Director de Crónica Norte. Desde hace 34 años dedicado profesionalmente a la información y entretenimiento (TVE, Onda Cero, Tele Cinco, COPE...) Pero ante todo: un enamorado de la geografía de la península Ibérica. Montañero y aficionado a la gastronomía y la enología. Cuando la vida me lo permite señalizo caminos naturales como Técnico de Senderos de la Escuela Española de Alta Montaña. (EEAM) Pero sobre todo me pierdo por ellos...

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