El Belen viviente de Alalpardo cumple quince años demostrando un año más que es uno de los mejores belenes vivientes de España
Se cumple la decimoquinta edición del Belén Viviente de Alalpardo y el Alcalde Miguel Medranda quiere aprovechar el espacio que Crónica norte le brinda con estas breves líneas para dar las gracias a todas aquellas personas que de forma altruista y desinteresada han querido colaborar durante este tiempo y han hecho posible que nuestro Belén no sólo se mantenga a lo largo de todos estos años, sino que se haya convertido en una tradición y referencia en toda la comarca.
Queda atrás aquel primer año del Belén cuando un grupo de amigos decidieron escenificar la Natividad del Niño Dios y con creatividad, esfuerzo y mucho trabajo, concibieron ese primer Belén Viviente de Alalpardo. Y del mismo modo consiguieron que año tras año la representación del nacimiento de Jesús no sólo fuera posible, sino que siguiera creciendo tanto en escenas como en recorrido.
Recrear un entorno de hace dos mil años es complicado, sobretodo careciendo de los recursos adecuados; pero esa falta de medios han sido suplidos siempre con la voluntad y aportación de todas las personas participantes en su recreación. Transformar el parque municipal en un Belén, se convierte en algo casi mágico, que requiere aunar esfuerzos de todos y, a veces, grandes dosis de imaginación.
Este es un Belén en el cual interviene representación de toda clase de profesiones y oficios de la época, desde pastores a leñadores, pasando por soldados romanos, vendedores de toda clase de productos, pescadores, carpinteros, panaderos, etc. y representación de construcciones como el Portal de Belén con la Virgen María, San José y el Niño Jesús, los Reyes Magos, la Anunciación, Castillo de Herodes, Censo, Tributo, etc. Animales de todo tipo como caballos, vacas, burros, ovejas, mulas, patos, ocas, gallinas, halcones y un largo etcétera, incluso en su mayor expresión se crea un arroyo natural que cuenta con una pequeña cascada y dos norias.
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Ver el resultado, y sobre todo la alegría y la ilusión reflejada en los rostros, no sólo de los niños, sino de todas de las personas que lo contemplan y que intervienen en el proceso del Belén Viviente (unas doscientas personas entre figurantes y colaboradores) nos hace sentirnos llenos de orgullo y satisfacción. Gracias, una vez más a todos, participantes y visitantes que vienen desde distintos lugares de nuestra geografía a disfrutar de esta maravilla escénica que se representa en Alalpardo. Ojalá sigamos superándonos año a año y podamos seguir manteniendo esas pequeñas cosas que, como nuestro Belén, por unos días o por unos instantes nos hagan sentir algo más felices. El que así sea dependerá de la ilusión, del compromiso y del esfuerzo de todos.
