En Carabanchel todavía subsiste, aunque casi inaccesible, una finca de recreo de la antigua aristocracia madrileña, con sus palacetes, su ría y sus jardines. La Finca de Vistalegre alberga diversas instituciones públicas aunque, paradójicamente, está cerrada a las visitas. Los vecinos llevan años pidiendo que se abra como jardín público.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, junto con la consejera de Economía, Empleo y Hacienda, Engracia Hidalgo, y el consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, visitaron el pasado martes, 21 de marzo, los jardines históricos de la Quinta de Vistalegre. Se trata de un encuentro con el que ambas instituciones retoman las conversaciones para lograr alcanzar un acuerdo que permita el disfrute público de la finca dado su alto valor histórico.
La Quinta de Vistalegre, con más de 45 hectáreas, es una de las mayores zonas verdes de la ciudad. En la actualidad en este espacio se encuentran diferentes sedes de edificios públicos, y actualmente no está permitido el paso de los vecinos al recinto.
A esta visita también han asistido, por parte del Ayuntamiento de Madrid, la concejala de los distritos de Latina y Carabanchel, Esther Gómez; la concejal portavoz del Grupo Municipal Socialista, Purificación Causapie; el delegado del área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo y la delegada del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés.
Por su parte, de la Comunidad de Madrid han visitado la finca el viceconsejero de Empleo y Hacienda, Miguel Ángel García; el director General de Contratación, Patrimonio y Tesorería de la Comunidad, Jesús Vidart; el director del Centro Regional de Innovación Formación “Las Acacias”, José Cuerva y el gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), Carlos Blanco.
Un Bien de Patrimonio Cultural
La Quinta de Vista Alegre, situada en el barrio de Puerta Bonita del Distrito de Carabanchel, con entrada principal en la calle General Ricardos nº 177-179, constituye un Bien del Patrimonio Cultural madrileño de indudable valor histórico y artístico.
La Quinta tiene una superficie de 450.000 m², algo menos que la mitad del Retiro, siendo en su mayor parte propiedad de la Comunidad de Madrid. Es el cuarto en tamaño de los Jardines Históricos, por detrás de la Casa de Campo, el Parque del Retiro y el Parque del Oeste.
Se empezó a construir en 1802, pero vivió sus momentos de mayor apogeo en los años centrales del siglo XIX, cuando fue Real Sitio, como residencia de verano de María Cristina de Borbón (cuarta esposa de Fernando VII) y después de sus hijas Isabel II y la infanta Luisa Fernanda. Más tarde perteneció al marqués de Salamanca, que compró en 1859 la finca a la familia real por 2,5 millones de reales.
Tras esta etapa de esplendor, la propiedad pasa a manos del Estado, que la compró condicionada a que fuera destinada a fines benéficos. Centros como orfanatos se fueron construyendo sobre los jardines y comenzaron las primeras particiones lo que supuso la aparición de numerosas vallas y el abandono de un mantenimiento general y unitario de los espacios. Desde la muerte del marqués de Salamanca, empresario y político que da en la actualidad nombre al barrio que él impulsó, han pasado 131 años.
