El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid fue informado de la propuesta de adjudicación, por parte del Canal de Isabel II, del contrato para la ejecución de las obras del proyecto de construcción de un nuevo depósito en Vallecas, que abastecerá a medio millón de madrileños aproximadamente.
El Canal también construirá una estación de elevación y nuevas conducciones para el transporte de agua, con un presupuesto máximo de licitación de casi 42 millones de euros.
Esta propuesta tendrá que ser aprobada por el Consejo de Administración del Canal de Isabel II.
Así lo anunció el vicepresidente, consejero de Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Ignacio González, también presidente de la entidad que gestiona los recursos hídricos de la región, y explicó que las obras consisten en la demolición y retirada de las actuales instalaciones de almacenamiento de agua que se encuentran fuera de servicio y que están situadas en el distrito de Vallecas y su sustitución por un nuevo depósito con una capacidad de 157.000 metros cúbicos.
Además, las obras incluyen la construcción de la nueva estación elevadora para suministrar un caudal de 1.000 litros por segundo hasta la zona alta del desarrollo sureste, así como la ejecución de conducciones de conexión de arterias existentes, que suponen un total de 9.600 metros de longitud en diámetros de 800 y 1.067 milímetros.
Nuevos depósitos
Con esta última infraestructura, el Canal de Isabel II habrá construido, en los últimos cuatro años, un total de 13 depósitos repartidos en distintos municipios de la región como Loeches, Daganzo de Arriba, San Lorenzo de El Escorial, El Berrueco, Algete, Valdaracete, Majadahonda, Aranjuez, Miraflores de la Sierra, Navalcarnero y Colmenar Viejo, con una capacidad total para almacenar un total de 310.350 metros cúbicos de agua. El desarrollo de estas infraestructuras ha supuesto una inversión cercana a los 55 millones de euros.
El Canal de Isabel II dispone de 14 embalses; 81 captaciones de aguas subterráneas; 22 grandes depósitos reguladores y 240 de menor tamaño; 18 estaciones de elevación; 12 plantas de tratamiento de agua potable; cerca de 14.500 kilómetros de red de distribución; 500 kilómetros de grandes conducciones; 150 estaciones depuradoras de aguas residuales y 5.000 kilómetros de alcantarillado.
Lo que no han pensado es en los vecinos que viven a menos de 10 mentros de los antiguos depósitos, «viven dentro de una obra» desde las 7.30 de la manñana hasta, la mayoría de los días, las 10 de la noche. Los vecinos de esta comunidad no pueden vivir en sus casas durante las horas de trabajo, hemos de tener en cuenta, que en esta comunidad residen personas mayores, estudiantes, niños que no puede desempeñar su vida diaria con normalidad.
Desde marzo del presente año, estos vecinos sufren dolores de cabeza continuos, dolores de oidos, perdida de audión (los pitidos de máquinas se oyen incluso alejandonos dos manzanas del emplazamiento de las obras), estrés, imsonio. Sin ni siquiera, saber cuando acabará esta tortura, ni sin que se haya informado a las comunidades colindantes al terreno donde estaba situado el antiguo depósito.