Un equipo científico del IEO-CSIC ha analizado cómo ha variado la distribución de 102 especies demersales
Un equipo científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) ha publicado un estudio que analiza cómo ha ido cambiando la distribución espacial de 102 especies demersales del Mediterráneo en los últimos 25 años y cómo estos cambios están relacionados con variaciones en el clima.
Más de 40 especies modificaron su distribución espacial
El estudio, publicado en la revista Ecological Indicators, demuestra que 42 de estas especies modificaron su distribución espacial en este tiempo. “El mar Mediterráneo es uno de los ecosistemas más vulnerables del mundo debido a los diversos impactos antropogénicos, incluido el alto riesgo climático, lo que está produciendo importantes cambios en la ecología de las especies”, explica Marina Sanz-Martín, investigadora del Centro Oceanográfico de Baleares y primera autora del trabajo.
En direcciones inesperadas…
Para sorpresa del equipo científico, 26 de estas 42 especies que han cambiado su distribución, lo hicieron en direcciones inesperadas. “Cabría esperar que, como respuesta al cambio climático, las especies nativas se desplazasen hacia regiones más al norte buscando su nicho en entornos más templados, lo que se conoce cómo meridionalización”, explica Sanz-Martín.

Hacia aguas más cálidas
Sin embargo, este estudio muestra cómo algunas especies se han desplazado al sur y suroeste, hacia aguas en promedio más cálidas.
Los resultados del estudio muestran que las especies están cambiando su distribución desde zonas donde el calentamiento es muy rápido a zonas donde el calentamiento es más lento, por lo que algunas de estas especies han modificado sus distribuciones hacia el suroeste. “Los peces no tienen un mapa para saber dónde están las aguas más frías, sino que solo perciben las temperaturas de su entorno más cercano”, apunta Lucía López, investigadora del Centro Oceanográfico de Santander y coautora del estudio. “Es por ello, que les resulta más importante la velocidad del calentamiento y no solo los cambios en promedio de la temperatura. Así, las zonas con calentamientos muy rápidos se convierten en una barrera para el movimiento hacia el norte, sin embargo, hacia el sur el calentamiento no es tan rápido, lo que explicaría esos desplazamientos”, explica la científica.
Entre estas especies, se encuentra el gallo (Lepidorhombus boscii), el caramel o gerret (Spicara smaris) y el tiburón pintarroja (Scyliorhinus canicula), que se han desplazado hacia el suroeste, hacia aguas más cálidas, pese a que tienen preferencia por aguas más frías, y que también se han desplazado hacia aguas más someras y costeras, porque al desplazarse hacia el sur, la profundidad en esta zona se reduce.