Una de las partes del cuerpo humano más difíciles de imitar dada su complejidad es la mano. La firma Shadow Robot Company diseña y desarrolla una mano robótica muy hábiles, lo más realistas posible, y las pone a disposición de los investigadores en el marco del Human Brain Project. El objetivo es que las integren en los robots del futuro.

Hace 32 años, cuando los ordenadores solo estaban al alcance de unos pocos, un grupo de jóvenes se afanaba, en un ático londinense, en construir un robot que pudiese caminar. Su esfuerzo se hizo añicos cuando la compañía Honda anunció la creación del robot Asimo, el primer androide del mundo que andaba.
Lejos de hundirse, los jóvenes decidieron reorientar su trabajo hacia una parte del cuerpo menos deseada por los ingenieros, pero muy compleja: las manos. Se propusieron crear una mano robótica que imitaran a la perfección a las humanas.
Primera mano telerrobótica táctil del mundo
Así nació lo que hoy es la empresa Shadow Robot Company, que el pasado verano recibía el Premio AIconics 2019 en la categoría de Premio al Mejor Hardware de Inteligencia Artificial y también ha ganado el Queen’s Awards for Enterprise 2019 en la categoría de Innovación. Uno de sus avances más recientes es la primera mano telerrobótica táctil del mundo.
Además de colaborar con las principales entidades y centros de investigación del mundo, como la NASA, el Instituto Tecnológico de Massachusetts o Siemens, el equipo participa en el Human Brain Project (HBP), el mayor proyecto europeo sobre el cerebro humano.
“La neurociencia es algo nuevo para nosotros pero, en una conferencia, un investigador que trabaja en la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) nos propuso integrar nuestro modelo de simulación manual hábil en la plataforma de simulación HBP-Neurorobotics Platform”, explica Radhika Gudipati, directora de desarrollo comercial de la compañía.
“Creemos que esto permitirá a los investigadores en neurociencia y a nuestros clientes explorar paradigmas de aprendizaje y modelos de control que provienen de la neurociencia, algo que ninguna otra plataforma de simulación puede ofrecer”, añade Gudipati.