En la denominada como operación “PIEDRA”, desarrollada en las provincias de Guadalajara, Cuenca y Madrid, la Guardia Civil ha procedido a la desarticulación de una red especializada en el robo con fuerza, deteniendo a sus 13 integrantes e incautando gran cantidad de material robado.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de septiembre, tras la comisión de varios robos con fuerza en establecimientos comerciales de la provincia de Guadalajara.
Los investigadores se percataron que estos robos tenían un nexo en común: los presuntos autores inutilizaban los sistemas de alarma de los establecimientos usando procedimientos químicos, al tiempo que bloqueaban las puertas de viviendas y locales anexos para impedir la irrupción de testigos mientras se estaba produciendo el hecho delictivo.
En la madrugada del pasado día 16 de octubre, y a raíz de un robo cometido en un bar de la localidad de Durón, la Guardia Civil de Guadalajara estableció un operativo policial desarrollado en distintas vías de comunicación de la provincia, a través del cual se procedió a la identificación de una persona sospechosa de estar implicada en el robo.
Ante la sospecha de que esta persona pudiera estar conectada con la red investigada, se desplegó el dispositivo adecuado con el fin de averiguar, dentro del entorno del sospechoso, la identidad de diversos miembros del grupo, que al final, él mismo lideraba.
Una vez identificados todos los miembros de la banda y obtenidos los suficientes indicios incriminatorias de los miembros del grupo, el pasado día 19 de enero se procedió de manera coordinada a la explotación de la operación.
Modus operandi
Los integrantes del grupo se desplazaban a las localidades o zonas geográficas elegidas, generalmente de madrugada, en las que realizaban reconocimientos previos de los establecimientos o viviendas seleccionados.
Estos estaban perfectamente organizados, de tal manera que mientras unos cometían los robos, otros ejercían labores de vigilancia y control para alertar ante la posible presencia cercana de patrullas policiales. Una vez cometidos los robos, se cambiaban de ropa y calzado y abandonaban en el monte el atuendo utilizado en la comisión del delito, llegando a permanecer varias horas en lugares cercanos al lugar dónde cometían los robos para después regresar a Guadalajara.
La característica peculiar y poco habitual del grupo era que cuando se veían sorprendidos por algún vecino en la comisión de un delito, lanzaban piedras a los propietarios y vecinos que se asomaban a las ventanas cuando despertaban alertados por el ruido.
A través de las investigaciones practicadas, la Guardia Civil imputa a la banda la comisión de 33 robos en las provincias de Guadalajara, Cuenca y Madrid. Los robos que se les imputan se cometieron entre el 3 de agosto de 2009 y el 18 de enero de 2010.
En la provincia de Guadalajara la Guardia Civil ha acreditado un total de 22 cometidos en las localidades de Trillo, Espinosa de Henares, Matillas, Durón, Valdeaveruelo, Villanueva de Alcorón, Illana, El Casar, Galápagos, Albalate de Zorita, Chiloeches y Escariche. También en las urbanizaciones El Clavín y Valdeluz.
En la provincia de Cuenca se les imputan nueve robos, cometidos en las localidades de Villar de Domingo García, Cañamares, Valdeolivas y Albalate de Nogueras. Otros dos robos fueron cometidos en las localidades madrileñas de Talamanca de Jarama y Valdepiélagos.
La Guardia Civil no descarta que las investigaciones conduzcan al esclarecimiento de otros delitos.
Detenidos
Como presuntos responsables de los hechos investigados, fueron detenidos:
DP, de 30 años; PCP, de 31 años; DC, de 29 años; IF, de 22 años; VRO, de 29 años; SGC, de 21 años; MIF, de 29 años; MF, de 26 años; MF, de 24 años; EAF, de 22 años; MP, de 30 años; FP, de 27 años; V.F., de 52 años; todos con domicilio en Guadalajara.
En los diferentes registros se hallaron los siguientes efectos presuntamente robados:
– Multitud de cajetillas de tabaco de distintas marcas comerciales.
– Efectos informáticos, de imagen y sonido y fotográficos
– Piezas de joyería.
– Relojes.
– Abundante moneda fraccionaria.
– Pasamontañas, herramientas, ropas, guantes, prismáticos… para la comisión de los delitos.
– Teléfonos móviles.
– Dos turismos.
