El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha desarrollado una etiqueta voluntaria y de pago para certificar aquellos alimentos que no son transgénicos
Todo comenzó cuando una empresa líder a nivel mundial quiso certificar sus productos de una forma oficial.
La certificación USDA no diferencia entre alimentos producidos industrialmente o ecológicos, tan sólo certifica si éstos han sido modificados genéticamente.
De momento, no existe ningún etiquetado oficial gubernamental para diferenciar un producto transgénico de uno que no lo es, aunque muchas empresas utilizan una certificación creada por NON GNO Proyect, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la preservación y construcción de la oferta de alimentos no modificados genéticamente (transgénicos).
Este etiquetado sería voluntario y se tendría que pagar por él.
Casi siempre han fracasado los intentos por etiquetar los alimentos que son transgénicos y así dar a los consumidores la oportunidad de elegir que quieren consumir.
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