El Hospital Universitario Infanta Sofía, situado en San Sebastián de los Reyes, apuesta por una innovadora iniciativa para mejorar el bienestar de los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Los enfermos que llevan más de 15 días ingresados en esta unidad pueden salir a pasear al aire libre dentro del recinto hospitalario, lo que ha demostrado tener beneficios físicos y mentales significativos. Esta idea le ha valido al hospital un premio UCINNOVA, otorgado por su enfoque en la humanización de la atención médica.
Estar hospitalizado en la UCI durante semanas o incluso meses puede llevar a muchos pacientes a sufrir de desorientación, alucinaciones o delirium, una condición psicológica caracterizada por confusión mental y agitación. Para hacer frente a esta realidad, el equipo médico del Hospital Infanta Sofía decidió implementar una terapia innovadora: permitir que los pacientes salgan a la terraza de la Torre 4 y respiren aire fresco en un entorno natural. Este contacto con el exterior se ha comprobado que reduce considerablemente el estrés, la ansiedad y la depresión tanto en los pacientes como en sus familiares.
La exposición a la luz solar y al aire libre puede mejorar aspectos físicos y emocionales, lo que contribuye a reducir la dosis de sedantes o antipsicóticos que suelen requerirse en tratamientos prolongados en la UCI. Según varios estudios, la exposición al sol y al aire libre favorece la recuperación pulmonar y ayuda a los pacientes a mantener una función cognitiva estable, lo que se traduce en una mejor respuesta a las sesiones de fisioterapia.
Una experiencia personalizada para cada paciente
Cada paciente que ingresa a la UCI del Infanta Sofía es evaluado por el equipo médico, que analiza su situación particular y determina si el paseo al aire libre puede beneficiar su recuperación. Este tratamiento individualizado forma parte de un modelo integral que pone en el centro al paciente, abordando su bienestar físico y mental como parte de un todo. Dependiendo del diagnóstico y del estado del paciente, el equipo organiza paseos terapéuticos de entre 30 y 60 minutos diarios.
Durante el paseo, los pacientes están acompañados por un equipo de profesionales de la salud, incluyendo un médico y personal de enfermería, así como por un asistente de transporte especializado y, en algunos casos, familiares cercanos. Incluso las mascotas tienen la oportunidad de acompañar a los pacientes, creando una experiencia emocionalmente positiva que apoya su recuperación.
Un premio al compromiso con la humanización de la UCI
La iniciativa de los paseos terapéuticos en el Hospital Infanta Sofía no ha pasado desapercibida. El centro ha sido galardonado con el premio UCINNOVA, otorgado por la farmacéutica Chiesi, en reconocimiento a su esfuerzo por humanizar la estancia de los pacientes en la UCI y mejorar su calidad de vida. Este galardón, dotado de 1.000 euros, se destinará a la adquisición de material clínico para la UCI, reforzando así la atención integral de los pacientes que se encuentren en situación crítica.
El premio es un reconocimiento al equipo médico y al personal auxiliar del hospital, quienes se esfuerzan diariamente por encontrar soluciones innovadoras que beneficien no solo a los pacientes, sino también a sus familias. La atención médica humanizada ha demostrado que un entorno hospitalario que respeta la dignidad y las emociones del paciente puede marcar una gran diferencia en la recuperación de personas que atraviesan momentos críticos.
El camino hacia una medicina más humana
El Hospital Infanta Sofía es uno de los centros que están impulsando un cambio en la forma de tratar a los pacientes críticos en España. Al integrar prácticas que promueven la salud mental y emocional en la UCI, el centro ha dado un paso hacia una medicina más humana, en la que la recuperación física va de la mano con el bienestar psicológico. La implementación de estos paseos al aire libre es un ejemplo de cómo el entorno puede influir de manera directa en el éxito de la rehabilitación y la calidad de vida de las personas hospitalizadas.
En un contexto en el que la tecnología y los avances médicos se entrelazan cada vez más con el trato humano y el respeto por el paciente, el Infanta Sofía demuestra que incluso las prácticas más sencillas, como salir a tomar el aire, pueden tener un impacto profundo en el bienestar de los enfermos.