El papel de la familia para afrontar el inicio de curso

Por Laura Otón: Doctora en Comunicación, Periodista Profesora de Universidad y Madre de familia

Por Laura Otón:  Doctora en Comunicación, Periodista Profesora de Universidad y Madre de familia                 

La vuelta al cole siempre ha sido un momento en el que hacen falta grandes dosis de paciencia. Siempre me ha asombrado la forma de afrontarlo en algunas familias que se estresaban por tener todo controlado. Ese control pasaba por la ropa, los libros y las extraescolares en el caso de los pequeños. En el caso de los mayores los horarios, las asignaturas, la duda vocacional o el profesor estrella de turno. ¡Benditos problemas! Este año de Covid-19 no hay control que valga porque la situación es excepcional. El inicio del curso escolar y el curso universitario es más que nunca un reto, para el que es necesario prepararse. Te propongo que lo hagas desde el refuerzo emocional. Si eres padre o madre, de tu comportamiento dependerá la estabilidad emocional de tus hijos en esta etapa. Si eres un adulto que empieza grado o máster, eres tú mismo el que se marca lo que está por venir, tu éxito en el futuro.

Yo no tengo la clave de nada. Solo soy una madre con hijos en el colegio y en prácticas sanitarias, y sí estoy, como poco, expectante. Solo soy profesora en la universidad y de mí van a depender en algunos momentos casi un centenar de estudiantes. Solo soy una periodista que se dedica a la comunicación y que siempre intenta poner un poco de luz a todo lo que va surgiendo. O al menos abro ventanas donde veo que puede pasar esa luz. Por eso, estas son solo las herramientas que yo voy a poner en práctica, las comparto contigo por si te sirven.

En mi vida de reportera me he enfrentado muchas veces a contar la historia de personas que no lo han tenido fácil en la vida. Normalmente esas personas saben que el control de la situación es imposible porque sus vidas están marcadas por la incertidumbre y esto les ha enseñado a improvisar para acertar. Seguramente se han equivocado muchas veces. Una madre africana me decía, después de recorrer durante dos años su continente para llegar a España, que ella no era más fuerte que yo con mi vida planificada y cómoda aquí. Ella solo seguía el refrán de su país: “Cuando te caigas al agua con ropa, lo único que te salva es nadar. Si te paras te hundes”. Intuyo que el peso de la ropa te manda al fondo. Y me imagino yo a esos padres de este mundo, hasta ahora planificado, cayendo con sus zapatos, su bolso lleno de cosas-incluida una agenda- y su traje al fondo del mar. ¿Qué harías? Pues eso, soltarlo todo a pesar de su valor y empezar a nadar.

Vivimos planificando

Vivimos en una sociedad en la que hacemos listas de planificación para todo. Trabajamos a semana vista. Queremos saber qué comemos el martes, cuándo toca la limpieza de la nevera, con quién hemos quedado el fin de semana y así, un sin fin de cosas. Por lo tanto, es lógico que queramos controlar nuestro inicio de curso. Sin embargo, no sé si te has dado cuenta que la organización política a nivel global es pésima y no se aclaran mucho ni los que gobiernan el mundo, el país o las comunidades autónomas. En el fondo, de nuevo estamos en manos del buen hacer de los directores de los centros y de los profesores que harán todo lo posible porque esto funcione. Como madre, les doy de antemano las gracias. Es injusto, pero es la realidad. Los alumnos de los colegios, institutos y universidades que hayan estado trabajando todo el verano para proveer de medios y recursos pase lo que pase, van a dar una respuesta positiva, sin duda. Los demás, tendrán que ir improvisando a base de buena voluntad. ¿Qué hago yo ante esto como padres o alumnos? Poco. Estar pendiente, aceptar las decisiones, aportar ideas y construir más que nunca.

La familia más que nunca es el asidero emocional de cada individuo.

La enseñanza no puede ser motivo de enfrentamiento entre familias y centros. Ahora como nunca ha ocurrido hace falta un apoyo mutuo. Los profesores y los padres, los centros y las familias son aliados estratégicos. La familia más que nunca es el asidero de cada individuo. Una familia fuerte, unida en las decisiones, que afronte los miedos con cabeza y tranquilidad. Una familia que hable, que traduzca la situación según la edad de los hijos. Una familia que debata y argumente con salubridad mental, es lo que necesita nuestra sociedad. Eso te permitirá tomar decisiones acertadas. O no. Porque si te equivocas, no pasa nada. Rectificar es aprender y evolucionar.

Piensa que va a ser difícil, pero tienes que estar preparado para lo que se avecina con las herramientas necesarias.

Piensa que va a ser difícil, pero tienes que estar preparado para lo que se avecina con las herramientas necesarias. Tenemos que manejar cuatro términos en toda su magnitud: flexibilidad, autoestima, responsabilidad y criterio.

Flexibilidad. Estamos ante una situación excepcional. Olvida las listas. Si no puedes, las dejas abiertas con la idea de “esto es así, pero puede cambiar”. A veces nos estamos sintiendo vapuleados por las autoridades que ahora dicen una cosa, mañana otra. Obligan socialmente a crear dinámicas que ellos destruyen más tarde. No podemos hacer nada contra esto, así que lo que intentaremos en ser flexibles con la situación. Esto pasa por aceptar horarios diferentes, formas diferentes de enseñanza, planteamientos diferentes que nunca antes te habías hecho pero ahora no cabe otra forma de actuar. Una actitud inamovible te creará muchos problemas mentales.

Autoestima. Esto va a ser lo más difícil porque de eso, en general, la sociedad no anda sobrada de autoestima. Escribía Eric Hoffer que “los tiempos de cambios drásticos son tiempos de pasión. Nunca podremos estar en forma y listos para lo que es completamente nuevo. Tenemos que ajustarnos, y cada ajuste radical es una crisis en la autoestima. Pasamos por una prueba; tenemos que demostrarnos a nosotros mismos. Una población sometida a cambios drásticos es, por tanto, una población de inadaptados, y los inadaptados viven y respiran en una atmósfera de pasión“. Esa pasión es muy peligrosa porque puede ser utilizada por los que quieren manejarnos ideológicamente para anular nuestra voluntad. Entra aquí la siguiente herramienta.

Criterio. Es necesario que la energía del estrés que te provoca esta situación la focalices en analizar cómo es la situación. No se trata de que te resistas a la toma de decisiones que nos imponen, no te estoy incitando a la subversión, sino que tengas tu propio criterio porque llegará un momento en el que sí podrás tomar una decisión que cambie las cosas que ahora no te gustan. Y lo harás con datos, con reflexiones, con argumentos y opiniones. No permitas que te cierren los ojos y las orejas porque siempre escuchas, lees y ves los mismos medios. Eso se llama pensamiento único y conduce a sociedades donde impera el totalitarismo. Lee, escucha y mantén conversaciones con personas de todo tipo que te permitan crear el criterio que domine tu vida.

Responsabilidad. Actuar de manera responsable es clave. Tu comportamiento adulto responsable servirá de espejo para otros que te miran más abajo. La responsabilidad no quiere decir que vivas con miedo. Precisamente ese es el sentimiento que debes erradicar de tu saco de las emociones. El miedo te paraliza, te hace manipulable porque aceptarás todo.

Hay mucha gente, incluso muy cercana, que se va a enfadar contigo por tomar ciertas decisiones, pero si tus decisiones las haces responsablemente, porque tienes criterio y fortalecido por tu autoestima basada en una flexibilidad vital, vas a poder enfrentarte a este otoño de curvas. Esta situación es eventual, va a ser temporal, y lo que necesitamos es construirnos una forma de actuar que nos permita salir reforzados. Tendremos que salir mojados y exhaustos, pero con la certeza que el sol seca nuestras ropas y que recuperaremos el aliento para continuar a pie. No pierdas la calma, analiza cada problema en el momento que surja sin precipitarte a la hora de tomar decisiones.

Tenemos que continuar con nuestras vidas. Los colegios arrancarán. Las universidades también. Nos esforzaremos por cuidar de los alumnos y de su bienestar. Como familia desarrollaremos estas y otras herramientas que vayamos necesitando. Nos equivocaremos, nos levantaremos y seguiremos adelante.

¿Cuáles son las claves que tú manejas para este inicio de curso?

(Artículo de opinión) Fuente: Laura Otón On life

fotos interior artículo: Pixabay fuente original del mismo

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