Han pasado ya los meses más calurosos, cuando el ozono se dispara en nuestra región. Según el balance realizado por Ecologistas en Acción de la incidencia de este contaminante en la Comunidad de Madrid: «estamos ante el año con peores registros que se conoce».
«Nunca se habían alcanzado registros tan negativos por ozono troposférico como los que han alcanzado este año las estaciones de medición de la contaminación de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid», explica la organización.
En el caso de la Comunidad, su red consta de 23 estaciones, de las cuales 22 han superado uno de los límites que marca la Directiva europea, el Valor Objetivo para la Protección de la Salud por ozono troposférico. En el caso del Ayuntamiento, hay 14 estaciones que miden este contaminante, y de ellas todas menos dos también han superado este valor objetivo.
El Valor para la Protección de la Salud se define como el número de días que se supera el valor medio de 120 microgramos por metro cúbico (μg/m3) de ozono durante períodos de ocho horas. La normativa no permite más de 25 días al año.
Además, la legislación expone que cuando durante una hora se superen los 180 μg/m3 de ozono, se debe informar a la población para que se proteja y evite exposiciones a este contaminante, por ejemplo, permaneciendo en sitios cerrados o dejando de hacer ejercicio al aire libre.
Todas las estaciones de la Comunidad de Madrid menos cinco han superado este umbral en alguna ocasión durante este verano. Pero, además, por primera vez desde que se tienen registros, todas las estaciones de la capital que miden ozono (14 de un total de 24) han superado en algún momento este umbral, y el conjunto de la red hasta en ocho ocasiones.
Consecuencias del ozono troposférico
El ozono troposférico es un fuerte oxidante. A elevadas concentraciones causa irritación en los ojos, superficies mucosas y pulmones. La respuesta a la exposición al ozono puede variar mucho entre individuos por razones genéticas, por la edad (afecta más a las personas mayores, cuyos mecanismos reparativos antioxidantes son menos activos, y a los niños, con mayor tasa de ventilación) y por la presencia de afecciones respiratorias como alergias y asma, cuyos síntomas son exacerbados por el ozono.
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