Es el pez más grande del mundo y puede recorrer casi 21.000 km en pocos meses. El tiburón ballena no deja de sorprender a los científicos. Ahora, nuevas mediciones han permitido descubrir que este escualo es capaz de vivir hasta los 130 años y superar los 18 metros de longitud.
Hace poco, una hembra de tiburón ballena (Rhincodon typus), denominada Anne, realizó en unos meses una ruta transoceánica de 20.142 km, la mayor migración registrada hasta ahora. En un nuevo estudio, un equipo de científicos del Instituto de Investigación Guy Harvey de la Universidad Nova Southeastern (EE UU) ha descubierto otra peculiaridad de esta especie en peligro de extinción.
Hasta 130 años de vida
La investigación, publicada en la revista Marine and Freshwater Research Journal, revela que los machos de tiburón ballena pueden alcanzar los 130 años de vida y llegan a la edad adulta a los 25. Para determinar su longevidad, el trabajo, que se llevó a cabo en aguas del atolón Ari del sur en la República de Maldivas, en el océano Índico, se basó en los análisis de la dinámica de crecimiento y envejecimiento de estos peces.
“Se trata de un enfoque novedoso porque tomamos de forma repetida medidas subacuáticas no invasivas de tiburones vivos en el transcurso de una década”, señala Cameron Perry, primer autor del artículo e investigador en el NSH. Hasta ahora, este tipo de investigaciones se habían realizado sobre vértebras de animales muertos para determinar la edad.
“Nuestro trabajo muestra que podemos obtener información de edad y crecimiento sin depender de tiburones muertos capturados en las pesquerías. Y esto es importante”, insiste Perry. Los investigadores pudieron monitorizar a unos 44 tiburones porque la mayoría regresaba al mismo lugar cada uno o dos años, y cada uno de ellos fue reconocido por sus patrones únicos de manchas.
Más grandes de lo que se pensaba
Entre los resultados de sus mediciones, el equipo también pudo definir el tamaño máximo que estos escualos pueden alcanzar: unos 18,7 metros de longitud, es decir cinco más que el tamaño de un autobús escolar.
“El crecimiento y la reproducción de los tiburones ballena son poco conocidos”, recalca Mahmood Shivji, director del instituto de investigación estadounidense. “Cuando se combina esta falta de conocimiento con la venta de productos de tiburón ballena –como aletas, carne y aceite– se puede ver rápidamente la urgencia de aprender tanto como sea posible para salvar a estas criaturas”, añade.
Según el investigador principal, cuánto más se aprende sobre estos animales, mejor pueden realizarse los esfuerzos de conservación.