Según un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Michigan (Estados Unidos) los niveles más altos de testosterona en los hombres pueden fomentar comportamientos diferentes entre sexos en las normas sociales tradicionales.
La testosterona ha sido considerada una hormona eminentemente masculina y su presencia parecía estar determinada por factores innatos al hombre. Pero ahora, un nuevo estudio liderado por la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, ha revelado que la alta presencia de esta hormona en los hombres ha influido en que los hombres hayan ejercido el poder y hayan relegado a la mujer en un segundo plano.
La competición o el poder son actitudes que están asociadas a los altos niveles de testosterona, así se ha revelado en la revista PNAS.
“Claramente, la testosterona responde al contexto social, pero siguen existiendo enormes brechas en la comprensión de cómo la plasticidad neuroendocrina está modulada por las normas sociales, especialmente por las relacionadas con el género”, concluyen los científicos del estudio.
La web de ciencia Sinc ha sido quien se ha hecho eco que para llevar a cabo el estudio, el equipo científico, dirigido por Sari M. van Anders, analizó el nivel hormonal de 41 participantes antes y después de realizar un monólogo que representaba una interacción laboral en la que se realizaba una ostentación de poder.
Luego se solicitó a los participantes que representaran el monólogo dos veces –una en un estilo masculino y otra en un estilo femenino– para discernir si los cambios en los niveles de testosterona se debían a la demostración de poder en sí mismo o al estilo de actuación interpretando a un hombre o a una mujer.
Los autores descubrieron que al realizar el monólogo los niveles de testosterona se elevaban en las mujeres, independientemente del sexo al que encarnaran durante la representación.