Según el último estudio anual elaborado por Observatorio Europeo de las Drogas, España se mantiene a la cabeza de la Unión europea en consumo de cocaína y cannabis, aunque desde 2008 la cifra de consumo va descendiendo.
España se mantiene a la cabeza de la Unión Europea en consumo de cocaína y cannabis, especialmente entre los jóvenes, aunque el uso de esas sustancias tiene a bajar en los últimos años después de haber tocado techo en el año 2008.
Se estima que 2,5 millones de europeos jóvenes (el 1,9% de este grupo de edad) consumieron cocaína el último año. La clasificación la encabeza Reino Unido (4,2%), seguido de España (3,6%), Irlanda (2,8%) y Dinamarca (2,5%). Los países con menor consumo son Rumanía y Grecia (0,2%).
No obstante, el informe señala que «en los países con mayor prevalencia y con encuestas más recientes, esos niveles tendieron a alcanzar un máximo en 2008/2009 y luego mostraron disminuciones moderadas o se estabilizaron«. De hecho, España alcanzó su máximo en 2008 con un 5,5% de jóvenes entre 15 y 34 años que consumían cocaína y desde entonces el uso de esta droga ha caído casi dos puntos.
Por lo que respecta al tráfico, se han detectado reducciones sustanciales de la cantidad de cocaína decomisada. En 2011 se interceptaron 62 toneladas de esta sustancia, una caída casi del 50% respecto a las 120 toneladas incautadas en 2006 (año en el que se incautó la máxima cantidad). El descenso ha sido especialmente destacado en España y Portugal, que han pasado de 84 toneladas en 2006 a 20 toneladas en 2011.
Cannabis
Por lo que se refiere al cannabis, unos 15,4 millones de europeos jóvenes (el 11,7% de este grupo de edad) lo ha probado al menos una vez durante el último año. España ocupa el tercer lugar en la clasificación (con el 17%), sólo superada por Francia (17,51%) y Polonia (17,1%). También aquí la tendencia es al descenso en el consumo, aunque a un ritmo más lento que en el caso de la cocaína.
Según este informe, los datos más recientes sobre las demandas de tratamiento e incautaciones indican que la tendencia en el consumo y la disponibilidad de la heroína van en descenso. Por su parte, el consumo de anfetaminas se ha estabilizado o reducido entre los adultos jóvenes, y lo mismo ocurre con el éxtasis.