El pasado 12 de julio ya se pudo observar la primera superluna. Para los que se la hayan perdido, que no se preocupen, habrá una segunda y tercera opción el 10 de agosto y 9 de septiembre.

‘Luna de perigeo’, así es como se conoce científicamente a las superlunas. Según la NASA, en junio de 2013, un fenómeno similar hizo que la luna llena fuera un 14 por ciento mayor y un 30 por ciento más brillante de lo normal.
Fenómeno de luna llena
Las lunas llenas varían de tamaño debido a la forma ovalada de la órbita de la luna. La luna sigue una trayectoria elíptica alrededor de la Tierra con un lado, denominado perigeo, alrededor de 50.000 kilómetros más cerca que el otro, apogeo. Las lunas llenas que se producen en el lado perigeo de la órbita de la luna parecen extraordinariamente grandes y brillantes.
En términos generales, las lunas llenas ocurren cerca del perigeo cada 13 meses y 18 días, así que no es tan inusual, según el Observatorio Naval de los EE.UU.
En la práctica, no siempre es fácil diferenciar una superluna y una luna llena normal. Un 30% del brillo puede ser fácilmente ocultada por las nubes y la bruma. Además, no hay elementos flotando en el cielo para medir diámetros lunares. Colgada en lo alto, sin puntos de referencia para proporcionar un sentido de escala, una luna llena se ve casi del mismo tamaño que cualquier otra.
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