La frase «beber para olvidar» es desmontada por un estudio de la Universidad de Baltimore que se ha realizado sobre ratones, ya no será excusa beber alcohol para no recordar.
Tras mucho tiempo de leyendas y mitos, beber alcohol ya no va a ser una excusa para poder olvidar los malos momentos. Lo único que se va a olvidar, si es que se nos ha ido la mano, es algunas de las cosas que ocurrieron en esa noche de desfase. Un estudio de la Universidad John Hopkins de Baltimore ha llegado a la conclusión de que beber evade, pero no hace olvidar viejos traumas.
En este estudio se hizo con dos grupos de ratones, al primer grupo de ratones se le «emborrachó» durante dos horas y a los segundos les dieron tan solo agua. Tras estas dos horas, a ambos grupos les pusieron un sonido que iba seguido de una descarga eléctrica. Al día siguiente, y ya sin haber tomado nada, se les puso a los dos grupos de ratones el mismo sonido. Los ratones que habían bebido tenían mucho más miedo del sonido de los que no lo había hecho, lo que quiere decir que los ratones «de resaca» recordaban mucho mejor ese momento traumático que los que solo habían bebido agua.
La ingesta de alcohol hace que la sensación de miedo sea más larga y traumática, los ratones que no habían bebido se acostumbran y asimilan mejor la experiencia negativa previa.