FACUA pide a Sanidad que actúe con transparencia en relación al fraude de la carne adulterada de Brasil. La asociación reclama al Ministerio y a la Aecosan que informen públicamente sobre los lotes no aptos procedentes de aquel país suministrados tanto a comercios minoristas como directamente a restaurantes.
FACUA-Consumidores en Acción reclama al Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) que actúen con máxima transparencia y diligencia en relación al fraude de carne adulterada procedente de Brasil, y que detallen públicamente los productos que detecte no aptos para el consumo.
La asociación ha remitido sendas cartas a la ministra, Dolores Montserrat, y al presidente de la Aecosan, José Javier Castrodeza Sanz, requiriéndoles información sobre si hay productos afectados y cuáles son, si los hubiera, así como los protocolos específicos que se han puesto en marcha en todas las Comunidades autónomas. Fuentes de Sanidad se han limitado a confirmar a El País que está analizando 30 partidas de carne importada, pero sin especificar ni cantidad ni de qué tipo de productos se trata.
El Ministerio y la Aecosan no ofrecen en sus respectivas páginas web ningún tipo de alerta o nota oficial detallando qué medidas ha adoptado el Gobierno en relación a un fraude en el que están implicadas 21 empresas, entre ellas JBS y BRF, dos de las mayores exportadoras a nivel mundial de este tipo de productos, ni tampoco a qué productos afecta.
FACUA recuerda que buena parte de los lotes se distribuyen entre comercios minoristas para su comercialización en distintos formatos, al corte o envasados, por lo que es indispensable ofrecer esa información a los usuarios a fin de que sepan qué carne no deben comprar.
Pero, además, existen productos cárnicos que son suministrados directamente a los restaurantes y cuya inspección es igualmente indispensable, subraya la asociación. Para lograr detectar cuáles pudieran estar adulterados, se debe aumentar la dotación de inspectores sanitarios que acudan a los establecimientos y determinen si existen partidas de carne no aptas que ya hayan sido distribuidas.
Mientras España apenas ha confirmado extraoficialmente la inspección de una treintena de lotes, otros países sí han adoptado ya medidas más contundentes y preventivas, decretando incluso el veto a la carne brasileña procedente de las 21 empresas involucradas. Es el caso de México o China, entre otros.
Bruselas, «preocupada»
En Europa, la Comisión Europea tampoco ha adoptado medidas tajantes. Se ha limitado a decir que no habido «alertas específicas» en la UE por el escándalo, aunque ha admitido estar «preocupada», según ha reconocido el portavoz del Ejecutivo comunitario Enrico Brivio. La posición de Bruselas, por ahora, es la de seguir «de cerca» el caso y permanecer «extremadamente vigilante» respecto a los «controles obligatorios a las importaciones de productos de animales de aquel país».
La Policía federal brasileña ha destapado una red que adulteraba carne podrida y caducada con ácido y agua para mejorar su aspecto y obtener el permiso para ser comercializadas por todo el mundo. El gobierno ordenó prohibir las exportaciones de carne de hasta 21 firmas que están siendo investigadas, entre ellas BRF y JBS, dos de las mayores exportadoras a nivel mundial de productos cárnicos.
Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, el cuarto en el segmento de cerdos, y las ventas externas de esos tres sectores representaron el año pasado el 7,2 por ciento de ese comercio, cerca de 12.000 millones de euros.