El frío protagoniza las portadas de estos últimos días. Lluvias, nieve y bajas temperaturas obligan a salir de casa bien abrigado, con bufanda, gorro y guantes para proteger al organismo de los golpes que marca el termómetro.
Es recomendable portar varias capas para una mayor protección, siendo importante intentar mantenerse seco, pues la humedad provoca un enfriamiento más rápido.
Los síntomas que avisan de la pérdida de temperatura son claros: tiritonas y castañeo de dientes. Ambos factores hacen que el proceso metabólico aumente en más de 20 veces y, de este modo, se genera energía con la finalidad de mantener caliente al cuerpo. Además, se siente más hambre y la ingesta de alimentos como caldos, sopas o infusiones son efectivos para colaborar en este proceso corporal, además, de inyectar al cuerpo vitamina C, que se pueden encontrar en frutas como la naranja, el limón, la mandarina o el pomelo. Para aprovechar sus nutrientes es mejor partirla o pelarla y consumirla en ese momento.
Remedios caseros
Un cambio climático brusco puede provocar resfriados, irritación de garganta o afonía y existen “remedios caseros” para hacer frente a este tipo de dolencias que pueden aparecer con las bajas temperaturas. Así, para las gargantas irritadas es bueno probar hacer gárgaras con un zumo de limón y miel.
Para calmar la tos resulta efectiva la raíz de regaliz, que se puede introducir en una taza de agua hirviendo para, posteriormente, filtrarla. Se tomarán, en este caso, dos tazas al día. Además, el ajo es buen acompañante. Actualmente está demostrado que óptimo vasodilatador, que baja la presión arterial y previene enfermedades coronarias.
