Greenpeace ha denunciado que, tras seis días de negociaciones, los gobiernos reunidos en la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES) en Doha (Qatar) hayan acordado no tomar ningún tipo de medidas para proteger el atún rojo (Thunnus thynnus) lo que lleva a la especie a la extinción.
La organización ecologista ha criticado que, el fallo de no apoyar la protección del atún rojo, significa que “prevalezca la defensa de los intereses económicos sobre el respeto al medio ambiente, lo que favorece a unos cuantos a corto plazo y lleva al colapso ecológico y económico a la mayoría”. Por este motivo, Greenpeace le ha pedido al Gobierno español que declare un Santuario en el sur de las Islas Baleares que proteja la reproducción de esta especie
El atún rojo se encuentra en peligro de extinción comercial debido, según los ecologistas, “a la nefasta gestión de la pesquería”. Asimismo, han añadido que los científicos estiman que, como mucho, sólo queda un 15% del stock reproductivo de atún rojo en los océanos, “lo que confirma que la situación de la especie es crítica”. Los científicos coinciden con las ONG en que el atún rojo cumple los criterios para ser incluido en el Apéndice I de CITES.
“Es una vergüenza que tras días de reuniones los países decidan públicamente llevar a una especie a la extinción” ha declarado Celia Ojeda, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace. “Los gobiernos acaban de enseñar el camino para su extinción al atún rojo. Esta decisión es el comienzo de una muerte anunciada”
Tanto la propuesta original del Principado de Mónaco de incluir esta especie en el Apéndice I como la propuesta apoyada por la Unión Europea (UE) de protegerlo pero con una serie de condiciones han sido rechazadas, han señalado desde Greenpeade. “Esta votación negativa ha sido instigada por Japón tras intensos días de realización de un severo y agresivo lobby, para mantener su comercio internacional”, han manifestado, mediante comunicado de prensa. En la actualidad, Japón importa un 80% de las capturas de esta especie.
“Japón ha apoyado sus propios beneficios de una venta de un producto de lujo. Sin embargo, gobiernos como el de España, que lidera en la actualidad la UE, están dejando morir un sistema tradicional de capturas y una especie emblemática del Mediterráneo” ha concretado Ojeda. “Esta decisión hipoteca el futuro a largo plazo del sector pesquero, clave en la economía española”
Ahora el futuro de esta especie está en manos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés).