La constatación de Dani Martín como como músico y artista en mayúsculas es evidente desde hace tiempo, pero el impecable concierto que ofreció ayer en Las Ventas es un antes y un después en la carrera de este artista que ha pasado de las zapatillas quejosas de ese garito, a pisar con autoridad la alfombra roja de los grandes espectáculos que se han ofrecido en Las Ventas.
El de ayer, es de los mejores que he visto, independientemente de mis gustos musicales. Dani Martín y todo su equipo hicieron anoche una demostración virtuosa de cómo se debe realizar una gran espectáculo de rock, con una puesta en escena grandiosa, colorida, una sincronización que no envidiaría al Circo del Sol, aderezada con un auténtico mensaje universal. Un sonido para quitarse el sombrero y una apuesta visual impactante y atrevida.
Daban las 10 y 10 cuando Dani Martín saltó al escenario, tapizado de rojo brillante, escoltado y arropado por una selección de 14 grandes músicos. Con los primeros acordes, el sonido y las luces ofrecieron en segundos la sensación de un trabajo excelente que no surge de la noche a la mañana. No hay duda que Dani Martín se ha preparado esta gira a conciencia con centenares de horas de ensayo y trabajo duro.
Un espectáculo lleno de ingenio,trabajo y esfuerzo…
Lo que vimos anoche en Las Ventas es el fruto del ingenio, trabajo y visualización de «una idea» un mensaje, una filosofía que contar y cantar sobre un escenario. Previamente el ambiente se había caldeado con los Sidecars y con un pasacalles circense que ya mostraba la calidad del espectáculo que el respetable iba a presenciar y como no a disfrutar. Y disfrutaron, un público de sobra entregado que habían agotado las entradas meses atrás.
— Dani Martín (@_danielmartin_) septiembre 27, 2015
La cuerda floja…
La cuerda floja como metáfora de la vida fue el hilo argumental que las canciones de este «Peter Pan de cuero negro» iba hilvanando en el tapizado cielo azul de Las Ventas. Los guiños también se fueron sucediendo en forma de mensajes visuales en las pantallas verticales que engalanaban el escenario y ofrecian los detalles de una legión de personajes clásicos del circo. Dani remarcó con mensajes de «whatsapp» gigantescos la filosofía que quiere dejar clara, como un deseo, como una llamada de atención como si lanzara una botella al mar…
«En el cielo de los perros» la canción que Dani dedicó a su hermana fallecida y que el músico madrileño interpretó con Iñaki García sentado al piano fue sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche. Una noche de constatación para este músico, cualquier persona que estuviera anoche en Las Ventas, fan, seguidor o detractor, guste o no su música puede negarle que anoche ofreció un auténtico espectáculo como pocas veces se ha visto en la Monumental. Dani Martín anoche caminó, corrió, saltó e hizo auténticas cabriolas sobre esa «cuerda floja» demostrando que antes había ensayado mil veces cayéndose con y sin red.
http://t.co/kjfRX1s5EB gracias amigos de @CronicaNorte — Dani Martín (@_danielmartin_) septiembre 27, 2015