Investigadores del Instituto de Química Física Blas Cabrera (IQF-CSIC) y de la Universidad de Notre Dame (EE. UU.) han dado un paso decisivo en la lucha contra las superbacterias. Un nuevo compuesto, denominado compuesto 4, bloquea la capacidad del patógeno Staphylococcus aureus para resistir los efectos de los antibióticos, representando una esperanza en la batalla contra las infecciones hospitalarias causadas por esta peligrosa bacteria.
Staphylococcus aureus es conocido por su capacidad de desarrollar resistencia a múltiples antibióticos, lo que complica su tratamiento, especialmente en entornos hospitalarios. Las cepas resistentes a la meticilina (MRSA) son particularmente preocupantes debido a su capacidad de evadir una amplia gama de antibióticos, lo que dificulta su control y tratamiento. Esta resistencia no solo aumenta la mortalidad, sino que también incrementa los costes sanitarios y la gravedad de las infecciones.
El compuesto 4: una nueva esperanza contra la resistencia
El compuesto 4, basado en bencimidazol —una sustancia conocida por su uso en el tratamiento de parásitos gastrointestinales y hongos— ha demostrado ser capaz de bloquear una proteína crucial del S. aureus: la BlaR1. Esta proteína activa el mecanismo que permite a la bacteria desactivar los antibióticos, lo que le permite sobrevivir y multiplicarse incluso en presencia de tratamientos antibacterianos. Al inhibir esta proteína, el compuesto 4 impide la activación del mecanismo de resistencia.
Eficacia demostrada en modelos animales
Los resultados obtenidos en modelos animales de ratón han mostrado que la combinación del compuesto 4 con antibióticos como oxacilina y meropenem es eficaz para contrarrestar la resistencia de S. aureus y eliminar la infección. Estos hallazgos, validados en 40 cepas resistentes, abren la puerta a una posible nueva estrategia terapéutica para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias multirresistentes.

Impacto en el tratamiento de infecciones hospitalarias
La resistencia a los antibióticos es una de las principales amenazas para la salud pública global, con infecciones como las causadas por S. aureus resistentes afectando a un número creciente de pacientes en hospitales de todo el mundo. Se estima que alrededor del 10% de las infecciones hospitalarias en Europa son causadas por esta bacteria resistente, lo que subraya la importancia de encontrar soluciones innovadoras.
El compuesto 4 ofrece la posibilidad de reutilizar antibióticos beta-lactámicos que actualmente no son efectivos contra cepas resistentes, lo que podría reducir la necesidad de usar antibióticos de último recurso, como la vancomicina o linezolid. Esto no solo ayudaría a mejorar los resultados clínicos, sino que también disminuiría los costes de tratamiento.
El siguiente paso: ensayos clínicos en humanos
Tras los prometedores resultados obtenidos en modelos animales, el siguiente paso en la investigación será avanzar hacia ensayos clínicos en humanos. Esto permitirá evaluar la seguridad y eficacia del compuesto 4 en pacientes, lo que podría llevar al desarrollo de nuevas terapias capaces de combatir infecciones resistentes de manera más efectiva.