La compra de vehículos de segunda mano mejor en barrios humildes. Comprar un vehículo usado en las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona, puede convertirse en todo un reto si se tiene en cuenta que su precio varía en hasta un 93% dependiendo de si la compra se lleva a cabo en un barrio con un mayor nivel de renta que en otro con menos, según los datos del estudio “El VO en Madrid y Barcelona. Barrio rico, barrio pobre” elaborado por la consultora experta en VO AutoScout24.
A pesar de que el precio de los vehículos de ocasión en las comunidades de Madrid y Cataluña son inferiores a la media nacional, que se sitúa en 13.064 euros, la realidad de ambas urbes es bien distinta, y no solo respecto al precio autonómico, sino también entre los distritos que las conforman.
De este modo, entrando en el detalle de cada ciudad, la capital española es la que registra una mayor diferencia de precios entre sus 21 distritos, ya que el precio medio de un VO en las áreas más ricas (Salamanca, Chamartín, Retiro, Chamberí y Moncloa-Aravaca) asciende a 20.259 euros, casi el doble (+93%) que el de las más humildes, que son Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, Carabanchel y Villa de Vallecas.
Brecha salarial, la clave
Este abismo entre precios se debe, en gran medida, a la brecha salarial existente entre las zonas ricas y pobres y que, dependiendo de la ciudad, van de los 6.000 euros en el caso de Barcelona a los casi 10.000 euros entre los barrios de Madrid más extremos entre sí, son Salamanca y Usera.
De todas formas, aunque el precio de un vehículo en los barrios más pobres de ambas ciudades es inferior al de los ricos, este coste no supone el mismo esfuerzo para los ‘pobres’ madrileños que para sus homólogos barceloneses.
De hecho, mientras que para un vecino del distrito de Carabanchel de Madrid comprar un coche por 10.510 euros supone en torno al 60% de su salario bruto anual, para un residente de Nou Barris en Barcelona adquirir un vehículo en las zonas más baratas se lleva un 120% de sus ingresos anuales, justo el doble, lo que pone de manifiesto que el coste de la vida en la ciudad condal se hace mucho más cuesta arriba para las clases humildes.
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