Hace seis cursos la Comunidad de Madrid puso en marcha el programa de Innovación Tecnológica en quince centros de educación secundaria de la región. Se trata de un proyecto ambicioso que persigue convertir los institutos en referencia nacional en lo que a enseñanza digital se refiere. El Rosa Chacel de Colmenar Viejo forma parte de este privilegiado grupo inicial.
Ha sido ahora, tras varios años de ensayo y error, tras miles de horas en las que muchos profesores han ido aprendiendo a la vez que enseñaban a utilizar las nuevas herramientas tecnológicas, cuando ha surgido la necesidad de contar la experiencia. El I.E.S Rosa Chacel acercó, de esta manera y por segundo año consecutivo, la novedosa metodología en las “Jornadas de Educación Tecnológica” con sus estudiantes como protagonistas.
Narrando el uso de las TIC con las TIC
El centro, dirigido por Carlos Arrieta, lleva la bandera de Innovación Tecnológica junto a la del Bachillerato Internacional con un orgullo palpable no solo en los profesores involucrados, sino también en los alumnos. ¿De qué otra forma podría evaluarse, si no, el éxito de dicha metodología? Así pudieron observarlo las varias decenas de asistentes a la cita del 12 y 13 de abril, en la que participaron el Ayuntamiento de Colmenar Viejo, el Centro Territorial de Innovación y Formación Madrid Norte, la Dirección de Área Territorial Madrid Norte y la Fundación Telefónica.
Los tiempos cambian. Se alejan poco a poco las antiguas clases de pizarra y tiza, boli y papel, estudiar y aprobar exámenes. La tecnología ha dado un giro al modo en que afrontamos la realidad cada día. En el plano educativo no podía ser de otra forma.
El proyecto de innovación de dicho instituto nos muestra cómo los roles de docente y alumno se están transformando. Ya no consiste en memorizar conocimientos; consiste en “hacer cosas”, en investigar, en fabricar, en trabajar en equipo, en interactuar con los maestros. En enriquecer, en definitiva, la experiencia en el aula.
Aprender geometría resulta estimulante cuando se combinan elementos manuales y tecnológicos. Interiorizar un idioma nuevo con la puesta en marcha de un periódico digital, cómo hacen los alumnos de francés del Rosa Chacel, entretiene mientras se adquiere vocabulario.
Otras aplicaciones de la tecnología en la educación son por ejemplo, obtener conocimientos de primeros auxilios a través de animaciones digitales, crear conciencia ecológica con un “ITICnerario Ecológico” sembrado de códigos QR, hacer al diseño y la impresión en 3D formar parte de la programación de la asignatura de tecnología, actividades y juegos con TIC en literatura para asimilar contenidos o el uso de infografías en clase de biología.
Invitados de lujo
Junto a las exposiciones de los alumnos del propio centro se invitó a participar a otros institutos de innovación. Finalmente acudieron los de Alpedrete y Príncipe de Asturias de Madrid. Cabe mencionar al I.E.S Antonio Nebrija de Móstoles que, aunque no es instituto tecnológico, va incorporando la gamificación como estrategia para motivar a los alumnos más jóvenes. Se contó, por último, con la presencia de Moussa Boumadan para dar a conocer el proyecto “Hacedores del Chacel” en el que colaboran activamente la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Telefónica para fomentar la creación en 3D.
