Una cafetería de lujo en La Moraleja se convierte en el centro neurálgico de un entramado criminal internacional especializado en el tráfico aéreo de cocaína. La operación, con 25 detenidos y toneladas de droga interceptadas, revela la sofisticación del narcotráfico europeo.
Lo que parece ser un tranquilo y exclusivo barrio madrileño fue, durante más de un año, el centro estratégico de reuniones de una red criminal internacional. En una cafetería de La Moraleja, conocida entre los implicados como “la oficina”, se definieron los detalles de operaciones que buscaban introducir toneladas de cocaína en Europa a través de aviones privados. Este lugar, frecuentado por empresarios y residentes de alto nivel, fue utilizado por los líderes de una organización que movía millones de euros desde Colombia hasta varias ciudades europeas.
Operación internacional: 25 detenidos y toneladas de droga incautada
La desarticulación de esta red, denominada “Narcos del cielo”, fue resultado de una investigación de 15 meses llevada a cabo por la Policía Nacional, en colaboración con Europol, la DEA y la Policía Judiciária de Portugal. El operativo concluyó con 25 detenciones en España y Portugal, el bloqueo de cuentas bancarias y la incautación de 460 kilos de cocaína, más de 500.000 euros en efectivo y ocho propiedades valoradas en 1,65 millones de euros.
En el marco de esta operación, se realizaron múltiples registros en ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, pero el vínculo con La Moraleja marcó un punto clave en las investigaciones. Desde allí, se coordinaban envíos de droga utilizando aviones privados fletados, un modus operandi que proporcionaba una fachada de legalidad y sofisticación a sus actividades ilícitas.
Aviones privados: una fachada de lujo para el narcotráfico
La estrategia de la organización incluía el uso de aviones privados para transportar cocaína desde Sudamérica hacia Europa. Estos vuelos, contratados mediante empresas privadas, garantizaban discreción y eficiencia. Sin embargo, la operación policial consiguió interceptar varios intentos, incluido un avión que voló desde Barranquilla hasta el aeropuerto de Beja, en Portugal. Aunque no lograron cargar la droga en este caso, las pérdidas económicas superaron los 500.000 euros, afectando significativamente la capacidad operativa de la organización.
Cuando el uso de aviones privados presentó complicaciones, los narcotraficantes adaptaron su estrategia, optando por métodos de menor escala, como maletas cargadas de droga y contenedores camuflados con mercancía legal. Uno de los envíos más notorios fue un cargamento de aguacates procedente de Perú, que ocultaba 344 kilos de cocaína.
La red financiera detrás del crimen
El soporte económico de esta organización resultó igual de complejo y global que sus operaciones de tráfico. Para financiar sus actividades, recurrieron a empresarios chinos especializados en el sistema Hawala, un método alternativo de compensación de créditos que opera fuera del sistema financiero tradicional. Además, utilizaban criptomonedas y locales de remesas para blanquear el dinero obtenido del narcotráfico.
Uno de los empresarios chinos implicados fue identificado como un objetivo de alto valor para Europol, lo que refuerza el impacto internacional de la red desmantelada.
Un final contundente para “Narcos del cielo”
El operativo culminó con arrestos masivos en España y Portugal, incluido el ingreso en prisión de 16 detenidos sin posibilidad de fianza. Las autoridades incautaron armas, vehículos de lujo y un arsenal de dispositivos móviles encriptados, que serán clave para profundizar en la investigación y desentrañar posibles conexiones internacionales.
Aunque la operación representa un golpe significativo al narcotráfico aéreo, los vínculos descubiertos en La Moraleja dejan en evidencia cómo estos entramados logran infiltrarse en áreas exclusivas, mezclándose con actividades aparentemente legítimas y aprovechando el anonimato que brindan estos entornos.