El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha acordado declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la Presa de El Gasco y el Canal de Guadarrama -en los municipios de Galapagar, Torrelodones y Las Rozas de Madrid- dentro la categoría de paisaje cultural.
El Canal de Guadarrama y la Presa de El Gasco
Se trata de una importante muestra de las grandes obras hidráulicas que se acometieron en España en el siglo XVIII, junto con el Canal de Castilla y el Canal Imperial de Aragón.
A ello hay que añadir el alto valor natural del entorno y su riqueza biológica. De hecho, parte de la presa y el canal se encuentran dentro de los límites del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama, lo que ha contribuido a su preservación a lo largo de los siglos.
Fue diseñada en su momento como la presa más alta del mundo
La Presa de El Gasco es una construcción incompleta de finales del siglo XVIII, de aproximadamente 60 metros de altura, ubicada en una garganta del cauce del Guadarrama entre los términos municipales de Torrelodones y Galapagar.
La obra es la cabecera de un magno proyecto que pretendía conectar Madrid con Sevilla y está vinculada a la construcción del Canal del Guadarrama, proyectado para trasvasar aguas al río Manzanares y facilitar su navegabilidad.
Continúa inacabada
Comenzó a construirse en 1787 y después de doce años de trabajos, una tormenta de primavera provocó que se derrumbara parte del muro, cuando se llevaban levantados 53 metros de altura. Fue diseñada en su momento como la presa más alta del mundo con una vertical de 93 metros.
Aguas abajo, se conservan diferentes vestigios del tramo inicial del Canal del Guadarrama, dentro del término de Las Rozas de Madrid. El ayuntamiento de este municipio ha acondicionado con fines recreativos y deportivos algunos de estos restos, situados en el Parque de la Dehesa de Navalcarbón.
El Canal del Guadarrama pretendía conectar Madrid con Sevilla
El Canal del Guadarrama formaba parte del primer tramo de un trazado que partía de Madrid y pretendía finalizar en Sevilla. Se extiende 25 kilómetros al este del curso del río Guadarrama, partiendo de la presa de El Gasco y creando una frontera natural entre los términos municipales de Torrelodones y Las Rozas de Madrid.
Con su construcción se pretendía su aprovechamiento para la traída de aguas al Canal del Manzanares y también para el transporte de mercancías y materiales en barcazas y gabarras.
El Real Canal del Manzanares fue el precursor del proyecto
El Canal del Guadarrama fue parte del sueño de navegación que irrumpió en la corte española a finales del siglo XVIII. Pocos saben que el más oscuro objeto del deseo era el Real Canal del Manzanares, situado por entero en lo que hoy es el Parque Lineal del Manzanares.
Terminado el primer tramo del Real Canal del Manzanares en 1.777 por los ingenieros de Carlos III, quedaba en evidencia, entre otros muchos problemas, el escaso aporte hídrico que el río Manzanares era capaz de ofrecer a la pequeña navegación de chalupas y barcazas que, desde el mismísimo puente de Toledo, llegaban hasta la Octava Esclusa, en el paso de la Cañada Real Galiana.
Fue entonces cuando surge la idea del Canal del Guadarrama. Lo propone Carlos Lemaur en 1.785 al Banco de San Carlos con la idea de que el rey tuviera a bien financiar otra nueva aventura náutica para Madrid.
Las mercancías y en general la economía española viajaba a lomos de burros y otros animales, si no de personas, por incómodos y lentos caminos polvorientos, enfangados en épocas de lluvia, y que ralentizaban las comunicaciones, por lo que la idea de hacer navegable el secano peninsular calaba hondo en las mentes ilustradas de los secretarios del rey. El proyecto, pese a las lógicas reservas, fue aprobado.