Ayer, miércoles 1 de febrero, se celebró una rueda de prensa en Bruselas en la que el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de la unión energética, Maros Sefcovic, ha asegurado que la Unión Europea está «preparada» para asumir el liderazgo global en la lucha contra el cambio climático como consecuencia de las políticas que desarrolle el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Vemos que algunas acciones que han sido anunciadas pueden llevar a la situación en la que Europa tendría que asumir, y estamos preparados para ello, el liderazgo global en la lucha contra el cambio climático», ha afirmado Sefcovic.
El vicepresidente ha afirmado también que “están preocupados” ante las previsiones de las políticas energéticas y climáticas que se anuncian desde la Casa Blanca. Lo cual no es de extrañar ya que la política energética de Trump ofrece aumentar la oferta petrolera de EEUU y debilitar las restricciones climáticas globales, garantizando un futuro menos limitado para el petróleo, a lo que añade una presión bajista sobre el petróleo. Por otro lado, el nuevo presidente de los EEUU niega rotundamente que el cambio climático exista; durante su campaña llegó a afirmar que era un invento de China y propuso la salida de su país del Acuerdo de París.
Aún así, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario ha subrayado que hay «demasiadas noticias» sobre la Administración Trump y que es «difícil» seguir la «senda de acontecimientos» en Estados Unidos.
Aunque Maros Sefcovic pone sobre la mesa otros intereses para combatir el cambio climático que no son puramente ambientales, pues ha subrayado que la UE no sólo combate el cambio climático por cuestiones medioambientales, sino porque además el uso de «tecnologías modernas» permite «modernizar la economía» e impulsar una economía «del siglo XXI» baja en carbón y basada en el ‘big data’ y la eficiencia energética.