Algunas bodegas de vinos de Madrid ya se han planteado vendimiar 15 días antes algunos viñedos dependiendo del tipo de uva. Uno de los casos es la bodega «Las Moradas de San Martín» que ha comenzado este lunes, 8 de agosto, la vendimia 2022, y lo hace con un adelanto de fechas de dos semanas respecto a la media. Y es que las altas temperaturas vividas desde mayo, sumadas a las recurrentes olas de calor, han acelerado los estadios de las uvas,
propiciando una rápida maduración, que ha obligado a la bodega madrileña a adelantar la recogida de su albillo real, la primera variedad en ser vendimiada.
«Una vendimia que se realiza de forma manual y de madrugada, y que este año espera ser más rápida de lo normal, aunque con una previsión de cantidad similar a la de la añada anterior y de excelente calidad».
La vendimia 2022 comienza de forma prematura en Las Moradas en San Martín con el albillo real, variedad autóctona de Madrid, llamada a su cultivo “tempranales” por ser la más temprana en alcanzar su maduración, y lo hace dos semanas antes de la media en esta zona. Y es que este año el verano llegó demasiado pronto y ya desde mayo pudieron sentirse elevadas temperaturas similares a las vividas normalmente en los meses centrales
del verano. “Un verano que se ha caracterizado por ser extremadamente seco y caluroso con numerosas olas de calor, altas temperaturas y sin tormentas, que han propiciado un adelanto de los estadios de las uvas”, explica Isabel Galindo, enóloga y directora técnica de Las Moradas.

Además, el año ha tenido un invierno frío y especialmente seco, al que siguió una primavera lluviosa que enseguida dio paso a unas temperaturas elevadas. Así, con el albillo real se da comienzo a la primera vendimia, una vendimia que se realiza netamente manual y en cajas pequeñas por personal especializado del Departamento de Viticultura, comenzando con la salida del sol, para respeto y calidad de la uva, y realizando una cuidadosa selección de racimos en el campo y posteriormente en mesa antes de entrar a la bodega. “Todo nuestro albillo se trabaja al 100% mediante una
viticultura ecológica, con todos los procesos manuales y artesanales que nos confieren autenticidad y calidad con bajas producciones y con un estado muy sano”, explica Galindo. Y es que esta bodega madrileña trabaja desde 1999 en la recuperación de esta variedad autóctona y casi perdida, cultivada en parcelas de altura y terruños muy especiales, trabajados en formación de vaso y secano, que le confieren al vino unas peculiaridades únicas.
Esta primera vendimia, que se prevé más rápida de lo normal y sin dilataciones en el tiempo, finalizará en menos de una semana. Habrá que esperar alguna semana más para vendimiar la variedad de uva tinta, la garnacha. “En función de cómo continúe agosto, parece que nuestras garnachas estarán listas también antes de tiempo, pudiendo iniciarse
la vendimia a finales de agosto en algunas parcelas”, concluye la enóloga.
Por su parte, la cantidad de uva esperada será similar a la del año anterior, aunque quizá con algo menos de peso debido a la escasez de lluvias, un hecho que tendrá poca incidencia debido a su buen cuajado. Asimismo, se espera una muy buena producción y calidad especialmente en las parcelas de altura asentadas sobre suelos arenosos y
rocosos graníticos, “unas características que nos brindarán la oportunidad de elaborar vinos muy redondos y aromáticos para esta añada 2022”, según Galindo.