Las marcas blancas están cada vez más presentes en los carros de la compra de los españoles

Las marcas blancas de los supermercados se cuelan cada vez más en los carritos de la compra de los consumidores, quienes notan una mejora en la calidad de los productos de marca blanca y ofrece mayor confianza a un precio asequible.

El boom de las marcas blancas llegó durante la crisis de 2007 donde muchas familias tuvieron que reducir gastos y mirar los productos por su precio que por su calidad o marca, sin embargo año tras años estas alterativas a productos de marca resultan más atractivas a los consumidores a pesar de la recuperación económica.

Hace años, los productos de estas marcas no contaban con un reclamo comercial publicitado ni reconocido, de envase y diseño de apariencia simple, vendidos en supermercados y resultaban ser de precio reducido y con el logotipo de la empresa o cadena que los suministra.

marcas blancas

Aumento del consumo de marcas blancas

Según una encuesta realizada por EROSKI Consumer en 2010 la presencia de las marcas de distribuidor en la cesta de la compra era importante. Para el 21 % de los encuestados se trataba de productos “muy mayoritarios” en el carrito.

A finales de 2019 se repitió la encuesta. Ese porcentaje de confianza ha crecido: el 27,5 % considera que el peso de la marca blanca en su carrito es “muy mayoritario” y el 41 %, “considerable”. Así, de las personas encuestadas, más de 600 afirmaron que entre el 20 % y el 50 % de los productos adquiridos son de marcas de distribuidor. La confianza en el fabricante, entendido como la marca que elabora el producto, ha crecido del 33 % al 40 % en estos años.

Las marcas de distribuidor, hoy en día conocidas como marcas blancas, nacieron en Alemania durante la II Guerra Mundial, por la escasez de recursos. Sin embargo, este concepto pronto fue adoptado por otros países como Estados Unidos y Reino Unido cuyos supermercados comenzaron a ofrecer productos de una alta calidad a un precio claramente razonable.

Los consumidores optan por las marcas blancas en los productos de limpieza e higiene del hogar, alimentación envasada, refrigerados y congelados y comida para mascotas, sin embargo se decantan más por las marcas conocidas a la hora de comprar perfumería e higiene y bebidas.

Un ahorro importante

Según un estudio realizado por EAE Business School, la diferencia media en el precio entre un producto de marca blanca y su homólogo publicitado ronda el 30 %. Una brecha lo bastante amplia como para que quienes tienen presupuestos más bajos opten por estos productos.

Productos de alta calidad

“Estos productos ya no se perciben como inferiores frente a las marcas de los propios fabricantes”, recalca el estudio ‘Imagen de las marcas blancas en el sector alimentario’, elaborado en 2018 por investigadoras de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Hace 10 años se consideraban como productos de inferior calidad, especialmente los productos de alimentación, sin embargo, con el paso del tiempo, el consumidor ha comprendido que la reducción del precio no va ligada a la bajada de calidad, si no a la inexistente publicidad de los productos, envases más austeros y un branding más sencillo, lo que abarata significativamente los costes de producción.

Preferencia frente a fabricantes conocidos

Algunos productos de marca blanca han desbancado a sus homólogos de fabricantes conocidos porque el consumidor le gusta ese producto tal cual es, no únicamente su precio. Las nuevas generaciones ha crecido consumiendo productos de marcas de distribuidor, y un alto porcentaje de ellos, las prefiere.

“Los supermercados cuentan en sus lineales con productos muy similares a las marcas tradicionales y los diseños son mucho más creativos y originales. Los envases de packaging básico se han visto transformados en formatos, etiquetas y envoltorios más impactantes”, detalla el estudio. Hay una tendencia hacia lo saludable, priman las etiquetas “Eco” o “Bio“, y las cadenas de distribución cuentan incluso con una gama gourmet o premium. “Es el caso de Seleqtia, de Eroski. Versiones que exigen más sofisticación”, cuenta Florencio García, de Kantar.

Ante la posibilidad de una nueva recesión económica tras la crisis del coronavirus, muchos españoles vuelven a adoptar el modo ahorrador, por lo que el consumo de marcas blancas continúa ascendiendo.

Una recesión económica se asoma en el horizonte, tras la pandemia de la covid-19, y tenemos una referencia reciente. “En la crisis económica de 2007 intentábamos ahorrar, hacíamos compras de hipermercado, más marcas blancas…”, comenta Albert Vinyals, experto en Psicología del Consumo y profesor en ESCODI.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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