Las plantas de la Sierra de Guadarrama sufren de estrés por el cambio climático según el área de Biología de la Universidad Rey Juan Carlos ha evaluado las consecuencias del aumento del matorral en las cumbres de las montañas debido al calentamiento global. Este estudio constata que el ascenso de la vegetación en alta montaña tiene una importante repercusión sobre las redes de interacción entre plantas y polinizadores.
Un nuevo estudio de la Universidad Rey Juan Carlos, publicado en la revista científica Functional ecology, analiza cómo el aumento del matorral en las cumbres de las montañas debido al cambio climático afecta a la red de interacciones entre plantas y polinizadores.
“Nuestra hipótesis de partida fue que la llegada de matorrales con abundante producción de flores, como el piorno serrano, incrementaría la disponibilidad de alimento para los polinizadores, lo que supondría un aumento en la diversidad y abundancia de estos”, explica José María Iriondo, investigador de la URJC.
Sin embargo, los resultados del estudio han detectado un incremento de la competencia entre plantas por los servicios de polinización, lo cual podría reducir el éxito reproductivo de las plantas con menor poder de atracción y, en última instancia, alterar la composición de los prados.
Según Sinc, las localidades en las que se ha realizado el trabajo de campo se encuentran en la Sierra de Guadarrama y forman parte de una comunidad de prados de alta montaña que, como consecuencia de su singularidad y riqueza florística, así como por su reducida área de distribución, se encuentra protegida por de la Directiva de Hábitats de la Unión Europea.
El enfoque de redes complejas al estudio de interacciones ecológicas parte del supuesto de que no es posible comprender el funcionamiento de las comunidades ecológicas a partir del estudio individualizado de las especies que lo componen, sino que es necesario estudiar la manera en que se organizan las interacciones entre las especies.
Los investigadores han observado que numerosos tipos de polinizadores visitaron a las especies de matorral en mayor proporción que a la mayoría de plantas, por lo que los prados estudiados tuvieron un efecto positivo sobre la diversidad y la frecuencia de visitas de los polinizadores.