La introducción de la miel procedente de China en nuestro país ha supuesto un grave problema entre los apicultores españoles que denuncian que no sea obligatoria detallar la procedencia de la miel en el etiquetado de los productos.
Al contrario de países como Italia o Polonia que han obligado a detallar la procedencia de la miel en sus países, el gobierno español no ha obligado a detallar en la etiqueta del producto la procedencia ni su lugar de recolección; por lo que la guerra se ha desatado entre los productores de miel y el Gobierno.
«El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tira balones fuera y apunta a la Unión Europea como responsable de este tema. Sin embargo, la Directiva UE de la Miel deja libertad a los Estados Miembros para adaptar la normativa a nivel estatal.” ha declarado Ángel Díaz, responsable del sector apícola de Coag.
Esta falta de información en el etiquetado perjudica gravemente a los apicultores españoles que no tienen forma de diferenciar sus mieles de calidad de otras que no lo son.
El 70% de las mieles que importa España son de procedencia China lo que supone una competencia desleal para los apicultores españoles. Pese a que el Ministerio de Agricultura informa de que las explotaciones ganaderas apícolas en España no deja de crecer.
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