Los consumidores europeos piden que se prohíba inmediatamente los plaguicidas peligrosos

El pasado mes de agosto,  la organización de consumidores Foodwatch presentaba los resultados de  una investigación en la que se concluía que los organismos europeos tenían falta de capacidad a la hora de evaluar los plaguicidas tóxicos.

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Esta organización pedía que se pusiera fin a esta situación, ya que no se realizan reevaluaciones de varios de estos productos fitosanitarios que diversos estudios han demostrado que pueden ser peligrosos para la salud y para el medio ambiente.

La legislación europea obliga a evaluar las sustancias utilizadas en los productos alimenticios tras 10 años de su aprobación para comprobar si existen hallazgos científicos que muestren posibles riesgos para la salud humana, animal o medioambiental, Foodwatch denunciaba que no se habían reevaluado más de 200 plaguicidas y que, lamentablemente, estaban obteniendo la renovación de permiso de uso.

Tras este suceso, recientemente el Parlamento Europeo ha pedido a la CE que prohíba inmediatamente los plaguicidas peligrosos, aquellos que han sido identificados como carcinogénicos o con capacidad de alterar el sistema endocrino y afectar a la capacidad de reproducción.

Ampliación del permiso a pesar de ser peligrosos

A pesar de los hallazgos científicos sobre estos productos fitosanitarios, una parte de ellos han recibido la ampliación del permiso de uso sin que se haya realizado ningún tipo de investigación o exista una justificación de peso porque, al parecer, el organismo que debe evaluarlos, la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea), no cuenta con el personal necesario, y esto es algo que sorprende. Un grupo político holandés es el que ha impulsado la petición de que se prohíban los plaguicidas tóxicos y peligrosos a raíz de la investigación y denuncia realizada por Foodwatch que podéis leer en este documento (Pdf).

Se pueden citar herbicidas como el quizalofop-P-tefuril y la flumioxazina, productos que según investigaciones científicas, son tóxicos para la salud reproductiva, herbicidas como el clortoluron y la dimoxistrobina, el insecticida Tiacloprid, son productos de alto riesgo por ser disruptores endocrinos que causan desequilibrios hormonales. Sin embargo, han recibido la ampliación del permiso de uso a pesar de que en el año 2015 ya se dieron a conocer sus características y propiedades perjudiciales. No estaría mal que en el informe que suele presentar cada año la EFSA sobre el contenido de residuos de plaguicidas en los alimentos de la UE, incluyera información que indicara si la sustancia analizada ha sido o no reevaluada. El informe simplemente se limita a dar a conocer la cantidad de residuos de plaguicidas en los alimentos y si están dentro de los límites autorizados.

Foodwatch comenta que es una situación inaceptable, que la EFSA no pueda llevar a cabo las reevaluaciones, pone en la mesa del consumidor sustancias que pueden dañar su salud y mantiene en circulación productos sin justificación científica alguna, por ello, es necesario que los políticos asuman responsabilidades y prioricen ante todo la salud y seguridad de los consumidores y del medio ambiente, por encima de los intereses económicos. Podéis conocer más detalles sobre la propuesta de resolución del Parlamento Europeo sobre la aplicación del Reglamento (CE) no 1107/2009 sobre productos fitosanitarios a través de este enlace a su página oficial.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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