Un análisis realizado por Foodwatch revela que uno de cada ocho productos alimenticios está contaminado con hidrocarburos de aceites minerales, contaminantes peligrosos presentes en los envases que se asocian al riesgo de sufrir problemas de salud.
Esta organización vuelve a poner en marcha una campaña para que todos los productos alimenticios que contengan MOAH (sustancias derivadas de aceites minerales) sean retirados del mercado inmediatamente.
En 2017 la Comisión Europea reconocía el riesgo para la salud de los hidrocarburos de aceites minerales en los alimentos, una contaminación procedente de los envases que se han fabricado con papel y cartón reciclado. Estos aceites minerales saturados (MOSH) presentes en los envases son absorbidos por los alimentos que contienen y cuanto más tiempo pasan en contacto con los envases, mayor es el nivel de contaminación. Estos compuestos se pueden acumular en diferentes órganos y provocar todo tipo de daños.
Residuos de aceites minerales en los alimentos
Desde hace años la asociación alemana Foodwatch ha llevado a cabo campañas contra los residuos de aceites minerales en los alimentos, exigiendo que la industria alimentaria utilizara una separación en todos los envases alimentarios que se fabriquen con papel y cartón reciclado, ya que contienen elementos químicos procedentes de la tinta utilizada para la impresión.
El papel se recicla y se convierte en pasta de papel a la que se le añaden disolventes químicos con el propósito de separar todos los elementos que no son fibras de papel. Después del proceso de cribado, esta pasta se somete a centrifugación a fin de separar materiales según su densidad, posteriormente se separa o elimina la tinta utilizando burbujas de aire, después, la pasta se lava, sanea y blanquea, sin embargo, la pasta no está completamente saneada, contiene aceites minerales procedentes de la tinta de impresión.
En 2018 incluso se llegó a publicar una guía para prevenir la transferencia de hidrocarburos de aceites minerales a los alimentos elaborada por la FoodDrinkEurope (FDE), para proporcionar a las empresas información y consejos prácticos que les permitan prevenir y reducir el riesgo de contaminación, pero este nuevo análisis demuestra que queda mucho por hacer y así se demuestra en las pruebas de laboratorio realizadas por la organización de consumidores con productos alimenticios procedentes de cinco países, Francia, Alemania, Holanda, Austria y Bélgica. Para este estudio se adquirieron 152 productos alimenticios de los cinco países citados, tras realizar los análisis oportunos, se detectó que uno de cada ocho productos estaba contaminado.
Foodwatch vuelve a pedir a las empresas alimentarias que retiren de inmediato los productos que hayan dado positivo, por otro lado, realiza un llamamiento a los consumidores para que eviten consumir esos productos cuyo veneno es inodoro, incoloro y sólo se puede detectar mediante pruebas de laboratorio. Pero también ha puesto en marcha una petición de firmas online exponiendo los resultados del análisis y pidiendo a Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria y a la UE en general, que protejan a los consumidores de estos contaminantes, retirando del mercado todos aquellos productos que los contienen.
Foodwatch
Es una organización sin fines de lucro que lucha por alimentos seguros, saludables y asequibles para todas las personas. Dan voz a los consumidores, piden transparencia en el sector alimentario y defienden el derecho a una alimentación que no dañe ni a las personas ni al medio ambiente.
Es un organismo de control ciudadano en el sector alimentario. Descubren y desafían las prácticas de la industria alimentaria que violan los derechos o intereses de los consumidores, con el objetivo de obligar a los responsables políticos a abordar las lagunas en las políticas alimentarias europeas y nacionales. Al realizar investigaciones, exponer escándalos, movilizar a los consumidores y presionar a los gobiernos, Foodwatch proporciona un importante contrapeso al poder de la industria alimentaria.