El Ayuntamiento de Manzanares El Real informa de la suspensión del arraigado y tradicional Belén Viviente que se viene celebrando año tras año como consecuencia de la crisis sanitaria que se mantiene en la actualidad.
Así lo ha anunciado el concejal de Cultura, Gustavo Escribano: “Desde la concejalía de cultura hemos trabajado desde el principio en minimizar el impacto de la crisis sanitaria, realizando actividades y eventos con las mayores garantías (…) Nuestro propósito es seguir en esta línea, realizando aquellas actividades en las que se pueda garantizar la seguridad, y tratando de no paralizar la vida cultural más allá de lo necesario y razonable”.
Belén Viviente: una actividad multitudinaria
Dadas las circunstancias que rodean al evento en el que participan cerca de 200 actores voluntarios, unas 30 personas atendiendo a la logística e infraestructura, y cerca de 2.000 personas que asisten al evento: “Hemos decidido cancelar la edición de 2020, pero manteniendo el ánimo de recuperarlo en las sucesivas ediciones”, añadía el edil.
Por último, el concejal de Cultura pedía disculpas, tanto a participantes como a público asistente, por las molestias que esta cancelación pudiera ocasionar: “Pero estamos seguros de que esta decisión será comprendida, y que también sabéis que haremos todo lo posible por celebrar la próxima edición del Belén Viviente”, concluía.
Suspendido el Belén Viviente de Buitrago del Lozoya
El pasado 20 de septiembre, el Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya anunciaba la suspensión de su Belén Viviente, otro de los más populares de la Comunidad de Madrid, el cual, este año, celebraba su XXXII edición.
Al igual que los Belenes de Manzanares y Alalpardo, el de Buitrago es conocido por atraer grandes masas de público, la mayoría de veces, personas de avanzada edad.
Belén Viviente Alalpardo
El Ayuntamiento de Valdeolmos-Alalpardo anunció en una reunión con los vecinos la suspensión del Belén Viviente ya que un evento como este, en el que los figurantes utilicen mascarillas y mantengan la distancia de seguridad resulta inimaginable, y sobre todo el control de los miles de visitantes que suelen confirman una larga cola en los alrededores.