Aumentan el número de robos y abusos sexuales en la región relacionado con la burundanga, conocida como la droga del sueño, según han informado asociaciones de víctimas.

Las detenciones relacionadas con estas nuevas modalidades delictivas también han aumentado en los últimos años. Así, la Policía Nacional detuvo hace pocos días a una banda que narcotizaba a clientes de prostíbulos para robarles sus tarjetas.
Conocido también fue el caso de un falso chamán afectado por el síndrome acondroplasia que fue arrestado el año pasado por rociar a sus mujeres con un líquido psicotrópico parecido para abusar sexualmente de ellas.
A parte de los casos mencionados, las víctimas del burundanga cada vez son más comunes y alejadas del mundo de la noche. Precisamente, el viernes pasado se produjo un caso en el madrileño barrio de la Elipa cuando un joven se encontraba a punto de entrar a su casa alrededor de las 21.00 horas. Su familia y amigos no supieron nada de él hasta que apareció tirado sin ropa en el interior de su portal y con síntomas de estar bajo los efectos de alguna droga. Tras avisar a los sanitarios los vecinos, se trasladó al joven a su casa, según fuentes cercanas a la víctima.
El chico resultó ser víctima de la burundanga. Unos desconocidos se le acercaron en el portal y le arrojaron unos polvos a la cara, perdiendo la conciencia a partir de ese momento.
Vergüenza al presentar denuncias
Por otro lado, las víctimas se quejan de la complejidad de este tipo de casos, ya que en muchas ocasiones no se realizan los informes médicos oportunos que localizan la droga.
Además, muchas de estas situaciones no llegan nunca a denunciarse, sobre todo por la «vergüenza» que sufren las víctimas por lo ocurrido y por las posibles responsabilidades familiares, según informaron fuentes policiales.
¿Qué es la burundanga?
La escopolamina, también conocida como burundanga, es un alcaloide tropánico que se encuentra como metabolito secundario de plantas en la familia de las solanáceas como el beleño blanco, la burladora o borrachero, la mandrágora, la escopolia, la brugmansia y otras plantas de los mismos géneros. La escopolamina es una droga altamente tóxica. Una sobredosis por escopolamina puede causar delirio, y otras psicosis, parálisis, estupor y la muerte.
Esta sustancia es incolora, inodora e insípida. Su administración puede hacer vía oral, inhalatoria o cutánea y tarda entre dos y cinco minutos en hacer efecto en la persona, reduciendo prácticamente a cero su voluntad, con el plus de la pérdida de la memoria una vez que sus efectos desaparecen.
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