Una disminución en la actividad de las tormentas en amplias áreas de Estados Unidos, Europa, Rusia y China nos indican que el clima mundial está siendo negativamente afectado e influye en los fenómenos meteorológicos extremos.
«A simple vista, menos tormentas o menos severas en las latitudes medias parece ser una buena noticia, pero por desgracia no lo es”, dice el autor principal de un nuevo estudio Jascha Lehmann, investigador del Instituto Postdam de Investigación del Impacto Climático (PIK), en Alemania.
Los autores de este trabajo muestran que la falta de tormentas puede favorecer eventos más persistentes de calor y la sequía en verano, y olas de frío en invierno.
«Este verano, una grave sequía en la fructífera región del norte de China Liaoning amenazó el rendimiento de los cultivos, mientras que California ha estado experimentando una sequía prolongada durante no menos de tres años consecutivos”, ha destacado Lehmann.
Este verano ha sido el peor de muchos. La actividad de las tormentas, se ha reducido en más de un 80% en las áreas terrestres de las latitudes medias y en invierno, los cambios están siendo más irregulares y se sufren bajas de temperatura más bruscas.
Además, es probable que se incrementen los huracanes y tifones más intensos en los trópicos bajo el futuro calentamiento porque están impulsados por el aumento de las temperaturas superficiales del océano.
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