Ingenieros de la Universidad Pública de Navarra han desarrollado nanoestructuras que pueden emplearse como biosensores para detectar marcadores de enfermedades, alérgenos y contaminantes, además de para aumentar la eficiencia de las placas solares.
La agencia Sinc se ha hecho eco del proyecto que ha desarrollado el ingeniero industrial Iñaki Cornago Santos. Gracias a unas estructuras a escala nanométrica pueden emplearse como biosensores de uso médico, alimentario o medioambiental para detectar enfermedades.
También pueden utilizarse para reducir la reflexión de las placas solares con el fin de aumentar su eficiencia. Así lo recoge el estudio que ha publicado, junto a otros investigadores, en la revista Optics Letters, además de ser el tema de su tesis doctoral, defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
“A lo largo de los años, de la mano de la industria de los materiales semiconductores, se han realizado grandes progresos en las técnicas de micro y nanofabricación –explica Iñaki Cornago–. El objetivo de estos avances es poder fabricar componentes cada vez más pequeños y más juntos entre sí, siguiendo una tendencia conocida como miniaturización”.
Dentro de las técnicas utilizadas en estos procesos de micro y nanofabricación, Cornago recurrió a la denominada litografía por interferencia láser, que consiste en aplicar una radiación láser sobre un material fotosensible para crear estructuras a escala nanométrica. En su caso, utilizó vidrio, oro y silicio, entre otros, a los que dio formas como líneas, agujeros, pilares o conos.
El estudio, dirigido por Rafael Rodríguez Trías, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica, Energética y de Materiales de la UPNA, y el doctor en Ingeniería Javier Bravo Larrea, presenta diferentes tipos de biosensores, que pueden utilizarse en sectores como el alimentario.