La brecha en anticonceptivos entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad. A pesar de la alta demanda de métodos anticonceptivos masculinos, la falta de opciones efectivas y accesibles para ellos sigue siendo un obstáculo para alcanzar la equidad en los derechos reproductivos. La investigación avanza, pero aún falta un empuje para que los hombres asuman la responsabilidad de la planificación familiar.
El derecho a decidir sobre la propia reproducción es esencial para la autonomía de cualquier individuo. Sin embargo, esta autonomía sigue siendo desproporcionadamente atribuida a las mujeres cuando se trata de anticoncepción. Mientras que ellas cuentan con múltiples opciones como píldoras, dispositivos intrauterinos (DIU) o implantes, los hombres tienen solo dos: el condón y la vasectomía. Ambas alternativas, aunque útiles, presentan limitaciones, y especialmente la vasectomía es un método irreversible.
En el mundo, el 9 % de las mujeres no tiene acceso a anticonceptivos adecuados, y cerca de la mitad de los embarazos son no planeados. En este contexto, la falta de anticonceptivos hormonales masculinos ha dejado a las mujeres cargando con la mayor parte de la responsabilidad en la prevención de embarazos, un desequilibrio que es cada vez más difícil de justificar. La equidad en los derechos reproductivos implica una participación activa de los hombres en la anticoncepción.
La falta de anticonceptivos hormonales para hombres
A pesar de que los anticonceptivos hormonales masculinos comenzaron a investigarse en la década de 1970, aún no existen opciones aprobadas para el mercado. La razón principal de este retraso se debe a la falta de inversión y apoyo por parte de gobiernos e industrias farmacéuticas. Las investigaciones han sido financiadas principalmente por instituciones académicas y algunos organismos públicos, como el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, mientras que las autoridades regulatorias, como la FDA o la EMA, no han establecido pautas claras para la aprobación de estos métodos.
La falta de anticonceptivos hormonales masculinos significa que los hombres no tienen el mismo acceso a opciones para compartir la responsabilidad de la anticoncepción, lo que perpetúa una carga desproporcionada sobre las mujeres. Para que los derechos reproductivos sean equitativos, es esencial que los servicios de planificación familiar ofrezcan opciones más amplias y variadas, incluyendo anticonceptivos hormonales para hombres.

¿Qué avances existen en anticonceptivos hormonales masculinos?
La buena noticia es que los anticonceptivos hormonales para hombres han demostrado ser efectivos, seguros y reversibles. En los ensayos clínicos, estos métodos han mostrado una eficacia comparable a la de las píldoras anticonceptivas femeninas. Los anticonceptivos hormonales para hombres son aceptables tanto para ellos como para sus parejas, con tasas de aceptación incluso superiores a las de algunos métodos tradicionales.
Uno de los desarrollos más avanzados es el gel anticonceptivo masculino NES/T. Este producto, que combina testosterona y acetato de segesterona, se aplica en la piel y detiene la producción de esperma. Fácil de usar y con pocos efectos secundarios, este gel podría llegar al mercado antes que otros métodos como las píldoras. Aunque los estudios han tenido buenos resultados, se requieren más pruebas con una población mayor para garantizar su comercialización.
¿Cuáles son los efectos secundarios de los anticonceptivos masculinos?
Como ocurre con todos los métodos anticonceptivos, los anticonceptivos hormonales masculinos también pueden tener efectos secundarios. Sin embargo, estos efectos suelen ser mínimos y muy similares a los que experimentan las mujeres con anticonceptivos hormonales. Los efectos más comunes son cambios de humor y acné, aunque estos se han reducido significativamente gracias a los avances en las dosis y los ingredientes activos utilizados.
Al principio, los estudios usaban dosis elevadas de testosterona, lo que provocaba cambios en los valores sanguíneos, pero los métodos más recientes con progestinas y ajustes en la testosterona han mostrado mucho menos impacto negativo. Los efectos secundarios en los anticonceptivos hormonales masculinos son manejables y mucho menores que en los primeros ensayos, lo que aumenta su viabilidad para su uso generalizado.
¿Qué opciones hay más allá de los anticonceptivos hormonales?
Aunque el enfoque principal ha sido el desarrollo de anticonceptivos hormonales para hombres, también se están explorando alternativas no hormonales. Estos métodos, como Vasalgel, bloquean el paso de los espermatozoides a través de los conductos deferentes, lo que impide la fecundación. Sin embargo, estas opciones están mucho menos avanzadas que las hormonales y aún se encuentran en fases experimentales.
Mientras que los anticonceptivos hormonales masculinos ya se están probando con éxito en humanos, los métodos no hormonales están todavía en las primeras etapas de desarrollo. Se espera que los anticonceptivos hormonales lleguen al mercado antes debido a los avances logrados en los ensayos clínicos.
El camino hacia la equidad en los derechos reproductivos
El desarrollo de anticonceptivos para hombres no solo es una cuestión de salud masculina, sino también una cuestión de justicia y equidad para las mujeres. La planificación familiar más equitativa puede reducir los embarazos no planificados y mejorar la salud reproductiva en general. Al permitir que los hombres asuman una mayor responsabilidad en la anticoncepción, se logrará un paso significativo hacia una distribución equitativa de las cargas reproductivas.
Con más opciones para ambos géneros, el acceso a anticonceptivos hormonales podría mejorar la eficacia de los programas de planificación familiar y reducir las desigualdades en los derechos reproductivos. A medida que los hombres se involucren más en el cuidado reproductivo, avanzaremos hacia una sociedad más justa y equilibrada.