A pesar de ser invierno no se tiene que dejar la huerta de lado, ya que hay algunas hortalizas que se pueden cosechar en estos duros días de frío.
A continuación una selección:
- Coles de bruselas
Técnicamente son brotes que aparecen del tallo de la planta y se recolectan cuando tienen una textura firme y un color verde intenso (existen variedades con colores rojo y/o morado). El borde de las hojas que cubre el núcleo central puede tener color ligeramente amarillento. El sabor es generalmente algo dulzón pero, a veces, con un fondo ligeramente amargo
- Col Lombarda
Es una planta de la familia del repollo (y ambas de las coles). Es un grupo de cultivares (‘Ruby Ball’, ‘Kalibos’…) de la variedad de col Brassica oleracea var. capitata en la que las hojas poseen un color violáceo característico. Éste color es debido a la presencia de un pigmento llamado antocianina. La fuerza de este color puede depender en gran medida de la acidez (pH) del suelo, las hojas crecen más rojas en suelos de carácter ácido mientras que en los alcalinos son más azules.
- Puerros
El puerro es una planta bienal resistente a los climas fríos, y por regla general prefiere suelos profundos. Se suele sembrar en los meses finales de invierno, y las primeras plantas se pueden recolectar en primavera (habitualmente, entre 16 y 20 semanas tras su plantación). Crece a pleno sol, aunque también puede hacerlo a media sombra.
- Zanahorias
Es una hortaliza que pertenece a la familia de las umbelíferas, también denominadas apiáceas, y considerada la especie más importante y de mayor consumo dentro de esta familia. Es la forma domesticada de la zanahoria silvestre, oriunda de Europa y Asia sudoccidental. Se cultiva por su raíz mucho más grande, sabrosa y de textura menos fibrosa, pero continúa siendo la misma especie.