Los animales, nuestras mascotas también sienten la pérdida de un ser querido, un familiar o un amigo, ellos siguen su propio luto, que no es otro que una manera de exponer sus sentimientos. Al igual que pasa con los humanos, no todos expresamos del dolor y la tristeza de manera similar.
Los hay más expresivos y pasan el luto llorando hasta quedarse a gusto, los hay que se guardan sus sentimientos y el dolor dentro y en el reino animal pasa exactamente igual, es más, quizás esta última opción es lo que se asemeja más al luto de los animales.
Son populares los vídeos de perros que se quedan al lado del cadáver de su amo durante un largo tiempo, hasta que alguien descubre lo ocurrido. También es conocida la historia del perro Hachiko por ser de lo más emotiva.
La historia de Hachiko
Fue un perro que nació en el año 1923 y murió 11 años después. Un profesor lo adoptó, porque su hija insistió en tener un perro. Cuando ésta se fue de casa, el profesor ya le tenía un gran cariño a su mascota, quien siempre lo había protegido. Aunque pensó en deshacerse de él, no lo hizo. Cada día que el hombre iba a trabajar, tenía que bajar hasta la estación de tren y el perro iba con él.
Cuando terminaba el día y el hombre regresaba, allí estaba su fiel mascota de nuevo. Lo triste es que esta bonita relación fue demasiado corta. Porque tan solo dos años después, el profesor sufrió una hemorragia cerebral y murió. Hachiko lo esperó ese día y los 9 siguientes años, hasta el fallecimiento de éste. Fue la misma gente de la estación, la que presenciaba ese ritual de cada día y quienes alimentaron y cuidaron al animal. En su honor, se levantó una estatua de bronce en la misma estación. Sin duda, una historia de amor que emociona hasta el corazón más duro.