El aumento de temperatura producido por el cambio climático está produciendo importantes cambios en la distribución geográfica y en la abundancia de aves. El área de invernada en el sur de Europa se está desplazando hacia regiones más al norte, cerca de sus zonas de reproducción.
Un estudio, liderado por la Universidad de Extremadura (UEx), en colaboración con otros centros de investigación de España, Suecia, Francia y Chile y coordinado desde la Estación Biológica de Doñana (CSIC), demuestra que las consecuencias del aumento de temperatura de la Tierra está afectando especialmente a nuestros ecosistemas, en su biodiversidad y fauna.
El trabajo, publicado en la revista PLoS ONE, ha constatado que el ánsar común está ocupando nuevos hábitats durante la invernada, lo que indica un cambio en las estrategias migratorias. Una primera conclusión de esta investigación apunta a que el rango de distribución geográfica en las especies migratorias de larga distancia se está desplazando hacia el norte.
Las poblaciones de estas aves migratorias se reproducen en Noruega, el sur de Suecia, Dinamarca, y el norte de Alemania, Holanda y Bélgica, y en invierno se desplazan hacia zonas más cálidas del sur y suroeste de Europa. La invernada de las poblaciones de este ganso ha sido controlada durante décadas en toda Europa. Hasta la década de los años 80, en España, los gansos invernaban en el Parque Nacional de Doñana.
“Los gansos pasan el inverno no solo en Doñana sino también en Extremadura, Francia, Holanda e incluso en Suecia, cada vez más cerca de las zonas de reproducción”, señala José Antonio Masero, investigador del Grupo Biología de la Conservación de la UEx en la web de ciencia Sinc.
Así, en 2009, más de la mitad de la población invernante estaba en los Países Bajos, un 20% en España y el resto estaba repartida entre Dinamarca, Alemania, Suecia, Francia y Bélgica.