La situación que vive Doñana es extenuante. Además de las amenazas relacionadas con la extracción de agua y la propuesta de legalización de pozos, durante los próximos días, en la aldea de El Rocío -donde se encuentra la madre de las marismas de este emblemático humedal- podrían llegar a reunirse una cifra cercana al millón de personas.
SEO/BirdLife solicita que la romería de El Rocío se lleve a cabo teniendo en cuenta, más que nunca, la situación el estado del espacio natural y respetando los valores de sus ecosistemas. La ONG advierte de que en los días de peregrinación circulan por el corazón del parque nacional miles de vehículos motorizados (hasta 5.400), vehículos de tracción animal (7.600) y un número de peregrinos que supera las 50.000 personas, y a estas se suman más de medio millón en el entorno de la aldea de El Rocío. Esto se traduce en contaminación acústica, molestias a la fauna en plena época de cría, riesgo de incendios o generación de basuraleza.
Desde la ONG señalan: «Aunque se trata de una obligación legal, los tránsitos rocieros y las peregrinaciones extraordinarias que tienen lugar durante los fines de semana de gran parte del año siguen sin contar con una evaluación del impacto ambiental acumulado que generan sobre el espacio protegido y su entorno.
Las peregrinaciones no deberían generar ningún impacto sobre los ecosistemas, cumpliendo en todo momento con los objetivos de conservación definidos en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Espacio Natural de Doñana. Dicho plan determina que “se evitará cualquier actuación que constituya un riesgo para la conservación de los hábitats de interés comunitario y las especies de flora y fauna amenazadas”.»
Ausencia de gestión eficiente de Doñana
Esta situación es un nuevo ejemplo de la falta de gobernanza y ausencia de gestión eficiente de este humedal, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y situado al borde de la extinción debido a la mala gestión del territorio y la cronificación de un modelo insostenible de desarrollo. La sobreexplotación de los recursos hídricos, sumados a los efectos de calentamiento global en forma de sequías más frecuentes y severas y altas temperaturas, han llevado a Doñana a una crisis de biodiversidad sin precedentes en su historia, tal y como muestra el nuevo Informe sobre el estado de conservación de las aves acuáticas en Doñana.
La ONG exige que se cumplan las directivas europeas y que los tránsitos rocieros que tienen lugar por el interior de Doñana a lo largo de gran parte del año se realicen según modelos que garanticen la no afección a los ecosistemas de Doñana. Por lo tanto, deben realizarse estudios científicos pertinentes, que sirvan de base para la organización y gestión de una actividad tradicional que forma parte del patrimonio cultural de Doñana.
Por otro lado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en su evaluación del estado de conservación del Patrimonio Mundial de Doñana, fechada en diciembre de 2020, considera y valora como “Amenaza Alta” la presión ejercida por la actividad rociera, reconociendo que no existe ningún estudio de impacto de la entrada de los “rocieros” en Doñana a pesar de que atraviesan zonas de alto valor ecológico. Situación que, sumada al llamamiento científico sobre alarmantes e insostenibles presiones globales a las que se enfrenta Doñana, certifica el estado en peligro del patrimonio de este espacio natural.