En una reciente manifestación de inquietud ciudadana, el nuevo movimiento vecinal “Simancas Sin Manguis” ha emergido en el barrio madrileño de Simancas, con la misión de combatir los crecientes problemas de inseguridad y salubridad originados por la ocupación ilegal de inmuebles. Muchas de estas propiedades han sido convertidas en «narcopisos», centros de venta, distribución y consumo de estupefacientes, además del tráfico de artículos robados.
El movimiento, compuesto por residentes, empresas, asociaciones de comerciantes y otras entidades del tejido social del barrio, ha decidido exigir a las autoridades municipales, autonómicas y estatales una revisión normativa y procedimental que priorice los intereses de los vecinos sobre los de las organizaciones criminales que desgarran la comunidad diariamente.
En una carta dirigida a la Presidenta Díaz Ayuso, el movimiento subraya que el deterioro de la seguridad, la salud pública y la economía local, producto de la ocupación, ha arrastrado al barrio de un símbolo de desarrollo y expansión a un emblema de la decadencia y delincuencia.
Los miembros de “Simancas Sin Manguis” argumentan que la legislación nacional, influenciada por un poder ejecutivo que parece favorecer a los ocupantes ilegales en busca de apoyo electoral, ha fallado en proteger a los ciudadanos. En este contexto, instan a las autoridades locales y autonómicas a ejercer sus competencias en materia de seguridad ciudadana y salud pública, ordenando la clausura de inmuebles donde se detecten actividades ilegales y personándose como acusación particular en los procesos de ocupación.
La carta también critica la reluctancia del actual gobierno en emprender una reforma legislativa que erradique la ocupación, y llama a las autoridades locales y autonómicas a tomar la iniciativa en la restauración de la seguridad y salud pública, también resaltando que el precio de alquiler podría estabilizarse con la eliminación de la ocupación ilegal.
Finalmente, “Simancas Sin Manguis” solicita una reunión urgente con la Presidenta Díaz Ayuso y los responsables de las consejerías de Seguridad, Sanidad y Vivienda, con el objetivo de discutir y abordar este grave problema de manera profunda para erradicarlo definitivamente.
El movimiento vecinal «Simancas Sin Manguis» ha emergido recientemente en el barrio madrileño de Simancas, con la misión de combatir los problemas asociados con la ocupación ilegal de inmuebles, que se han transformado en «narcopisos» para el tráfico y consumo de drogas. Este movimiento, formado por residentes, empresas y asociaciones de comerciantes del barrio, busca instar a las autoridades a tomar medidas contra la ocupación ilegal y sus consecuencias nefastas en la comunidad.