No somos adictos a la comida, sino a comer, así lo afirma un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) que ha observado que la adicción a comer define con mayor precisión la conducta alimentaria de tipo adictivo que la adicción a la comida.

“La gente trata de encontrar explicaciones racionales para el sobrepeso y es fácil culpar a los alimentos”, ha reconocido Carlos Diéguez, autor de este estudio y director del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS) de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).
Es evidente que algunas personas tienen una relación de dependencia con los alimentos (…) Pero en la actualidad existe muy poco fundamento para apoyar la idea de que cualquier ingrediente, alimento, aditivo o combinación de ingredientes tiene propiedades adictivas
“Necesidad de discutir cómo tratar mejor y evitar la adicción a comer”
La diferencia entre adicción a la comida o al hecho de comer no es baladí a juicio del consorcio ‘NeuroFAST’, dado el énfasis de algunas políticas en relación a que los componentes de los alimentos, y sus efectos adictivos, serían los responsables del exceso de ingesta y, por tanto, del incremento de la obesidad.
Ante este hallazgo, los expertos del consorcio ‘NeuroFAST’ están convencidos de que la sociedad necesita discutir cómo tratar mejor y evitar la ‘adicción a comer’. Una discusión, según opinan, que no debe centrarse en la cuestión de si los alimentos provocan adicción similar a una dependencia de las drogas, sino en potenciar políticas de prevención y tratamiento de la obesidad con iniciativas conjuntas entre todos los agentes responsables.
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