El Ayuntamiento de Tres Cantos ha querido sumarse a la celebración Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, acogiendo en el Centro Cultural Adolfo Suárez, desde este martes, la exposición fotográfica “Dos Caras, miradas desde dentro y hacía fuera del Daño Cerebral Adquirido”
Una exposición que llega a Tres Cantos de la mano de POLIBEA, impulsada por la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido, que busca ofrecer un punto de vista distintos con el que dar visibilidad a este colectivo y brindar la posibilidad al público de conocer y reconocer el DCA, así como la realidad que viven las personas y familias que lo padecen.
Exposición
La exposición está compuesta por 34 fotografías que reflejan otras tantas historias de lucha y superación. En una primera parte, se pueden contemplar varias fotografías que mostrarán las afecciones más comunes del DCA como son tumores, ictus, traumatismos, etc. Hay un segundo espacio donde el público podrá descubrir una sugerente colección de imágenes fotográficas – realizadas por el fotógrafo Cuco Cuervo – en las que el paciente afectado por el DCA está junto a una persona importante en su vida. Cada retrato irá acompañado de un vídeo en el que los protagonistas por una descripción de la afección del paciente y quien le acompaña en la imagen.
Daño Cerebral Adquirido
En España hay 650.000 personas afectadas por un Daño Cerebral Adquirido (DCA), lo cual se traduce en la tercera causa de muerte en la población española y la primera entre las mujeres. Una “pandemia silenciosa” que afecta a personas de cualquier edad y en un segundo les cambia la vida.
El daño cerebral adquirido es una lesión producida de forma súbita en el cerebro, ya sea por un accidente cerebrovascular, un traumatismo craneoencefálico, infecciones, anoxias, tumores… Sus efectos son discapacitantes, tanto en lo que se refiere a problemas físicos como a problemas en el habla (afasias), problemas de memoria y percepción o problemas de conducta y confusión.
La no existencia de un Plan Nacional sobre Daño Cerebral Adquirido provoca, además, que las personas con este tipo de dolencias tengan serias dificultades a la hora de encontrar información sobre recursos asistenciales que cubran sus necesidades y las de sus familias.