Canal de Isabel II ha puesto en funcionamiento un nuevo laboratorio para análisis de aguas de consumo en Collado Villalba, lo que ha supuesto una inversión de algo más de 700.000 euros entre construcción y equipamiento. Esta nueva instalación se encargará del control analítico de los 25 municipios del noroeste de la región y analizará, cada año, más de 3.700 muestras tomadas en 70 puntos oficiales.
Hasta ahora, gran parte de estas muestras se analizaban tanto en el laboratorio central de Canal como en las estaciones de tratamiento de agua potable de Navacerrada y La Jarosa. El nuevo laboratorio cuenta con equipos más sofisticados y permite analizar un mayor volumen de muestras de toda la zona noroeste de la región.
Con el de Collado Villalba, ya son tres los laboratorios periféricos que vigilan las aguas de consumo en la Comunidad de Madrid, ya que la nueva instalación se suma a las existentes en Griñón y Arganda del Rey para controlar la calidad del agua. Además, Canal cuenta con un laboratorio central, ubicado en la calle de Santa Engracia, junto a la sede corporativa de la compañía.
Gracias a estos laboratorios situados fuera de Madrid capital, aumenta la autonomía y la disponibilidad de Canal para realizar análisis, atender avisos por calidad de agua y realizar o repetir muestreos, entre otras actividades. Estos centros suponen también un respaldo para la actividad del laboratorio central, ya que permiten repartir la carga de trabajo y que en este último se realicen las tareas más sofisticadas, con mayores requisitos de instalaciones y equipos.
Cada año, los laboratorios de Canal de Isabel II reciben cerca de 25.000 muestras para controlar que el suministro que se ofrece a los madrileños sea de la máxima calidad y cumpla con los requisitos que marca la legislación para lasaguas de consumo. Con estas muestras, el año pasado se realizaron más de 420.000 análisis.
Vigilancia continua y garantía de calidad
La empresa pública madrileña cuenta, además, con una red de 28 estaciones de vigilancia automática. En todas ellas, se analiza en tiempo real el cloro, el amonio, los nitritos, el pH y la conductividad del agua. Estas estaciones se encuentran situadas en lugares estratégicos, como las salidas de las estaciones de tratamiento de agua potable, grandes depósitos y nudos importantes de la red de distribución. Estos dispositivos envían información de forma continua al Centro de Control de Canal, que recibe anualmente más de 29 millones de análisis de calidad.
A los análisis en aguas ya tratadas y listas para el consumo hay que sumar los análisis del agua en origen, que se realizan en el laboratorio central y permiten controlar el estado de los embalses, así como los que se hacen a las aguas depuradas antes de volver a los ríos, de lo que se ocupa el laboratorio de aguas depuradas de Majadahonda. En ambos laboratorios se controla, también, la
calidad del agua regenerada con la que se riegan zonas verdes y se baldean calles.