La Comunidad de Madrid ha convertido dos antiguos
vertederos de escombros en nuevas zonas verdes . El viceconsejero de Medio Ambiente
y Ordenación del Territorio, Manuel Beltrán, inauguró los nuevos espacios naturales que
han sustituido a los vertederos de inertes de Brea de Tajo y Ambite, lo que
eleva a 50 el número total de vertederos sellados y restaurados desde el
año 2006.
“El Gobierno regional profundiza así en su empeño de acabar con
los vertidos incontrolados de residuos, principalmente procedentes de la
construcción y demolición, al tiempo que habilita nuevas zonas verdes,
recupera los terrenos afectados por los vertidos y logra su integración
paisajística”, explicó Beltrán.
El sellado y restauración de los vertederos municipales de Ambite y
Brea de Tajo ha supuesto una inversión de 345.000 euros, la plantación
de 1.375 árboles y arbustos, y la recuperación para el disfrute de sus
vecinos de 38.000 metros cuadrados sin ninguna señal de contaminación
ambiental, según informó Beltrán durante su visita.
Estrategia de Residuos
Estas actuaciones se incluyen dentro de la pionera Estrategia de Residuos
2006-2016, con la que el Gobierno regional está creando las
infraestructuras necesarias para el tratamiento de todo tipo de desechos,
incluidos escombros, reduciendo a cero su vertido incontrolado. Junto a
esto, se impulsan campañas para concienciar a los madrileños de la
importancia del reciclaje.
La Estrategia de Residuos de la Comunidad impulsa, desde su Plan
Regional de Residuos de Construcción y Demolición, la clausura, sellado y
restauración de todos los vertederos de desechos inertes no adaptables al
cumplimiento de la normativa vigente, como ha sucedido en los municipios
de Ambite y Brea de Tajo, y en otras localidades como Pinto, Arganda del
Rey, Colmenarejo o Bustarviejo, entre otros. En total, desde el año 2006 la
Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha
sellado y restaurado 50 vertederos municipales.
El Ejecutivo regional lleva a cabo, a través de la empresa pública
GEDESMA, los trabajos necesarios para transformar estos vertederos en
espacios naturales completamente integrados en su entorno. Esta
actuación comprende la limpieza previa del área afectada, los
movimientos de tierra para lograr un relieve final del vertedero acorde con
el entorno, el acondicionamiento de una red de drenaje, la creación de
taludes y plataformas para la revegetación, así como el trabajo final de
plantación de especies arbustivas y arbóreas.