Volvemos de las vacaciones con tres kilitos de más y esto se debe a comer más veces fuera, aumenta la ingesta de alcohol, y el abuso de grasas y dulces, algo que es normal durante las vacaciones. Para perder esos kilos de más hay que volver a ser más cuidadoso con lo que uno come y aumentar la cantidad de agua ingerida.

En las vacaciones la rutina se olvida, las obligaciones se reducen, y el control en los hábitos saludables se flexibilizan. Se come más veces fuera, aumenta la ingesta de alcohol, y el abuso de grasas y dulces pasan factura en forma de kilos de más, de media 3 kilos cada verano.
La solución, según explica Lecube, coordinador del Grupos de obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), es ser conscientes de que «cuando el verano se acaba se deben acabar los excesos» y, por tanto, «igual que se vuelve a la rutina en el trabajo hay que volver a la de la alimentación».
Beber mucha agua
Hay que volver a ser más cuidadoso con lo que uno come, en el día a día, para ello hay que aumentar la cantidad de agua ingerida para favorecer la expulsión de toxinas por los riñones; evitar comida grasa; reducir el consumo de alcohol y azúcares, y limitar el consumo de sal.
Evitar las dietas milagro
A la hora de ponerse a dieta, recomienda tener cuidado con la dietas milagro que proliferan antes y después de la época estival. El peso no se pierde con la misma facilidad que coge
Del mismo modo, los expertos aconsejan no saltarse ninguna comida (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena); incorporar en la dieta frutas y verduras por su alto contenido en agua y sus propiedades fotoquímicas aumenta la producción de orina y favorece la función renal, lo que ayuda a limpiar el organismo; y mantener una actividad diaria, si es realizando algún deporte mejor.
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