Dos jóvenes diseñadores belgas han creado la primera vajilla comestible. Así, después de una comida con amigos o familia nadie se tendrá que levantar a recoger la mesa o lavar los platos. Hélène Hoyois y Thibaut Gilquin, son los inventores de esta nueva forma de ahorrar tiempo.
El objetivo de este proyecto es reemplazar las vajillas de plástico o porcelana por una comestible que sirva para eliminar el tiempo de limpieza después de una comida. «¿Y si nos comemos los platos?», propuso Hélène cuando todavía cursaba sus estudios de Diseño en la universidad. Dicho y hecho. Así arrancó Do Eat, un proyecto que fomenta un gesto ecológico: luchar contra los desechos producidos por los recipientes de plástico.
Recipientes compuestos de fécula de patata
La vajilla comestible está compuesta por recipientes, del tamaño de una taza, compuestos de fécula de patata, agua y aceite. Son tan resistentes que permiten añadir alimentos o salsas de todo tipo al preparar los aperitivos. Son biodegradables, se consumen en el momento, tienen sabor neutro que combina con ingredientes dulces o salados y además se pueden meter en el horno. Se venden tanto en pequeños lotes de 20 unidades como en cantidades industriales.
De momento solo están a la venta los platos para aperitivos, pero falta completar la vajilla con vasos, cubiertos, cuencos y todo tipo de objetos de lo más curiosos, como un calendario comestible para saborear cada día, cada semana o cada mes, según los diseñadores.
Además, para que todo el mundo conozca este nuevo tipo de vajilla, sus creadores están desarrollando estrategias de comunicación como la entrega de folletos publicitarios comestibles para atraer a la gente, no sólo en Bélgica, sino en otros países como España, Francia o Suiza.
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